Según un comunicado difundido hoy, el ex gobernador de Santa Fe advirtió que "vería con agrado" que el Gobierno adoptara de manera "inmediata" la iniciativa propuesta para atenuar el impacto económico que tendrá la seca sobre la producción.
"Además se requiere [del Poder Ejecutivo Nacional] que brinde un detallado informe sobre las medidas que se han impulsado y que se prevén impulsar, en el marco de un desastre producido por la naturaleza que tiene imprevisibles consecuencias económico y sociales", expresó el senador, según consignó la agencia DyN.
Ayer, el ministro de Agricultura, Norberto Yahuar, pidió bajar el dramatismo a toda esta cuestión que se está planteando con la sequía" y advirtió que se actuará con los fondos ya presupuestados para la emergencia agropecuaria. Estas declaraciones provocaron un fuerte rechazo del presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, quien descalificó al funcionario.
Por su parte, el ministro de Asuntos Agrarios bonaerense, Gustavo Arrieta, se mostró en desacuerdo con Yahuar y admitió que el panorama "es preocupante" en varios distritos de la provincia
Según Reutemann, "los productores agropecuarios, particularmente los pequeños y medianos, están viviendo horas dramáticas ante una sequía que se la puede ubicar entre las peores de la historia".
En ese sentido, el senador aseguró que por la sequía "centenares de productores ya lo han perdido todo" y expresó que "las primeras estimaciones marcan que hay más de diez millones de toneladas perdidas de maíz y, en el caso de la soja, difícilmente se alcance la meta de los cincuenta millones de toneladas".
En tanto, las pérdidas en la soja, principal producto de exportación de la Argentina, alcanzaron ayer los 3150 millones de dólares.
"Si las retenciones fueron una medida comprensible en tiempos posteriores a la crisis del país del 2001, y si gracias a esos recursos se fue posibilitando la salida de aquellos años tan críticos, ahora, en que es el campo el que está sufriendo una crisis endógena por las inclemencias del clima, esas retenciones, al menos en los altísimos niveles en los que se las ha venido fijando terminan, ya no por ser desalentadoras de una producción, sino que se transforman lisa y llanamente en un injusto castigo", concluyó.