Tal como se especulaba en la previa, el duelo fue muy atractivo y ofreció un interesante intercambio de golpes. Ambos concentraron sus energías en la faceta ofensiva y dejaron peligrosos huecos en las defensas. La iniciativa fue del Millonario, guiado por el desequilibrio de Ocampos por las bandas, pero la Gloria no se achicó e intentó responder con contragolpes entusiastas con su tridente ofensivo.
El primer tiempo estuvo plagado de chances de gol, fundamentalmente del equipo de Almeyda. En las más claras siempre fue protagonista Ocampos, quien dejó a Sánchez y Cavenaghi a un pasito del festejo. Sin embargo, el uruguayo perdonó a los cinco minutos y el remate del Torito fue devuelto por el travesaño a los 30. El elenco de Núñez logró sortear rápido el mediocampo y apostó por ataques filosos y directos para agujerear por las puntas.
Por su parte, Instituto coqueteó con el festejo a los seis, cuando Chichizola le tapó un tiro a Lagos. Con delantero talentoso pero intermitente como Dybala, los locales dejaron al desnudo algunas falencias de River por los laterales, donde Vella y Arano no ofrecieron demasiadas garantías. El periodo inicial murió en cero y el Millonario se fue al descanso enfadado por la falta de contundencia que le impidió cristalizar su superioridad.
River intensificó la presión en el complemento y empujó con autoridad. A los 3’, un remate de Sánchez pasó muy cerca del arco de Chiarini. Y a los cinco fue el palo el que rechazó un disparo de Ríos, gravitante cuando se vinculó con Cavenaghi y Ocampos. Instituto salió del asedio por unos instantes y también mostró lo suyo: proyección de Barsottini y apertura para Dybala, cuyo zurdazo también pegó en el palo. En tanto, Cavenaghi marcó a los 16 con la mano y su tanto fue correctamente invalidado, da cuenta TyC Sports.
Instituto se quedó con diez hombres a los 21 por la expulsión del zaguero gualeguaychuense Facundo Erpen, luego de un par de amonestaciones. Pareció quedarle el camino allanado al líder para conseguir el triunfo ansiado. Almeyda buscó frescura y apostó por Daniel Keko Villalva, el uruguayense Mauro Díaz y Bordagaray. La Gloria debió refugiarse en su campo y el visitante amenazó con llevarse los tres puntos.
El gran déficit fue la ausencia de claridad para sentenciar las jugadas. No hubo tiempo para más y River salió bien parado de un examen completo, aunque también se quedó con ganas de llevarse algo más que un punto. El empate parecía un buen resultado en la previa desde la visión pragmática, pero luego de los 90 minutos tuvo aroma a poco para el paladar riverplatense. En el horizonte del Millonario ya aparece Aldosivi.