Sandra V. Miguez
El cómputo provisorio de uno de los institutos especializados en el tema vial indica que en el año 2004 se registraron 10.829 muertes en accidentes de tránsito, lo que lleva a un promedio de 30 muertes por día. Considerada una enfermedad social, los accidentes se suceden día tras día; la falta de una política enérgica en la materia ubica al país en un lugar de preponderancia a nivel mundial. Entre Ríos se ubica octava con 219 muertes registradas en el 2004, detrás de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Capital Federal, Misiones y Tucumán. Desde los centros asistenciales afirman que el problema crece los fines de semana, donde las guardias se convierten en lugar de atención casi exclusivo para los lesionados por accidentes de tránsito de diversa gravedad.
Muertes prevenibles, muertes que no son accidentales. En el 2004 se registraron 10.829 muertes, a lo cual deben sumarse 21.535 heridos graves y un costo económico social directo e inmediato de 466.797.887 dólares (que proyectado al Costo Final derivado de indemnizaciones, rehabilitaciones y pérdida de producción se ubicará en una cifra aproximada a los 4.500 millones de dólares) –según informa el Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV).
Desde allí se dio a conocer la estimación que indica que durante los 365 días del año se produjeron 12.260 accidentes viales graves (es decir, con un resultado como mínimo de un lesionado con fractura), lo cual en comparación con el 2003, en el país se produjo un incremento del 19 por ciento en materia de esta verdadera enfermedad social y en un 12 por ciento sus consecuencias más funestas: la mortalidad (en el 2003 se registraron 9.556 víctimas fatales).
Características de los accidentes viales en Argentina
De acuerdo al informe del ISEV (Ver apartado: Informe Accidentológico), en el 2004, casi la mitad de los muertos (46.7 por ciento) tenían menos de 30 años de edad, y siete de cada 10 eran de sexo masculino.
Respecto del lugar donde se producen generalmente los accidentes se sabe que seis de cada 10 siniestros se produjeron en zonas urbanas. Sin embargo, de cada 10 muertes, seis se produjeron en accidentes en rutas y caminos rurales.
Casi tres de cada 10 accidentes fueron de los denominados “solitarios”, es decir sólo involucraron un vehículo que perdió el control, volcó o impacto contra árboles o columnas. Según las estadísticas en la materia, el día domingo fue la jornada de la semana con mayor cantidad de accidentes (18,2 por ciento del total) y la franja horaria la ubicada entre las 6.01 y 12.00 horas (35,2 por ciento).
Estos datos refuerzan la idea motora que viene sustentando la Organización Mundial de la Salud (OMS), que afirma que “la seguridad vial no es accidental”. Esta frase se constituyó en el lema para celebrar el Día Mundial de la Salud en el 2004, en la búsqueda de concienciar sobre la necesidad de apuntar a la prevención.
En esa ocasión, la titular de la entidad, la doctora Mirta Roses, sentenciaba que “cada número reproduce un rostro. Cada carretera, cada cruce, esconde un peligro latente”.
Las estimaciones que realiza la OMS dan cuenta de que lejos de ser un percance, los accidentes de tránsito son un problema de salud, en donde cada año, de 20 a 50 millones de personas sufren heridas que causan una discapacidad permanente a aproximadamente 5,5 millones.
"Hombres, mujeres y niños que se dirigen a pie, en bicicleta o en auto a la escuela o al trabajo, que juegan en la calle o emprenden viajes largos, nunca volverán a casa y dejarán tras de sí familias y comunidades destrozadas. Cada año, millones de personas pasarán largas semanas hospitalizadas por causa de choques graves y muchas de ellas nunca podrán vivir, trabajar o jugar como solían hacerlo. Los esfuerzos actualmente desplegados para promover la seguridad vial son insignificantes al lado de ese sufrimiento humano creciente", subraya en su informe.
(Más información en la edición gráfica del semanario ANALISIS)