Fiebre celulosa y patria continental

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Reflexiones de cierre

Luis María Serroels

Históricamente la gran lucha de los pueblos de Latinoamérica ha estado centrada en su emancipación, como rampa de despegue para un destino grande y fecundo, sin discriminaciones, sin marginalidad y sin tutorías de ninguna especie, teniendo la hermandad como sustento de ese destino común pero con total respeto por la autodeterminación, sin injerencia en los asuntos internos de cada Estado.

Desde luego que esta empresa es harto difícil porque siempre ha sido jaqueada por los poderosos que han tenido como eje de su política exterior la búsqueda de divisionismos, la erosión y caída de gobiernos democráticos y el acogotamiento financiero a través de los organismos mundiales de crédito. La estrategia de la insidia y la acechanza, con el uso de la compra de conciencias, presionando a los esquemas de poder y fabricando términos para el descontento popular, constituyen los almácigos predilectos de las grandes corporaciones multinacionales en alianza con cierto cipayaje vernáculo.

Siempre se dijo que si crear el Mercosur fue arduo, mucho más lo sería mantener el bloque cohesionado y libre de esas maquinaciones que el poder extra fronteras acostumbra ejercitar.

Recientemente en esta columna y al desmenuzar la confrontación entre nuestro país y Uruguay por las polémicas pasteras, se nos ocurrió aventurar que detrás de la tozudez rayana en la irracionalidad del gobierno vecino, no sería extraña la intencionalidad de buscar motivos de victimización y enojo con el fin de justificar un eventual abandono del Mercosur y, más aún, un consecuente alineamiento entre los países que se acercan a los Estados Unidos para adherir al Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

Tabaré Vázquez, otrora progresista devenido en maquiavélico sostenedor de mentirosas consignas liberales, aceptando mansamente ciertas imposiciones que echan al chiquero de los cerdos la soberanía y a las cuales combatió durante su campaña electoral, parece hoy irremediablemente enceguecido.

Los hechos y las circunstancias nos vienen dando la razón. Las ya reiteradas descalificaciones en torno del funcionamiento del bloque regional –cuyos estatutos en algún punto fueron ignorados junto al Tratado del Río Uruguay por el gobierno oriental al no respetar el mecanismo de consulta e información-, exhiben inequívocamente un propósito por justificar lo injustificable. Y ahora se le agrega, como un fuerte correlato, el desagrado hasta en el propio gabinete uruguayo por el ya indisimulado interés por claudicar frente a los intereses de la Casa Blanca. Vázquez olvidó el compromiso asumido en Chile el 11 de marzo y ni siquiera ensayó alguna gestión frente a los finlandeses para detener la construcción de su fábrica mientras durase un estudio del real impacto ambiental negativo.

Argentina y Uruguay tienen lazos comunes a través de dos siglos de historia compartida y de una integración sólida. La hermandad que se ha logrado acuñar no es una mera formulación diplomática. Ambos pueblos se han sentido siempre verdaderamente unidos, sobre todo con los entrerrianos, los vecinos más cercanos en todo sentido.

Si hablamos en materia de entrelazamiento material, citemos sin ambages la pionera represa binacional de Salto Grande, gestada a partir de un tratado de 1946 con el fin de producir energía, utilizar los recursos hídricos con fines domésticos y sanitarios, concretar obras de riego y alentar la navegación. ¿Cómo olvidar la gran marcha hacia la ciudad de Montevideo en 1964, nutrida de entrerrianos comprometidos con el desarrollo regional?

Y luego los puentes Artigas y San Martín, colosos de cemento y acero que cruzan el río Uruguay, ese mismo al que ahora impunemente no se trepida en contaminar bajo razones rentísticas carentes de sentido común y de respeto por la vida.

Los esfuerzos oficiales por justificar este peregrino canje de hambre por enfermedad, cuyos efectos nocivos no sólo caerán encima de compatriotas sino que trascenderán las fronteras internacionales para agredir poblaciones hermanas, es lo que nos lleva al título de nuestra columna de hoy. ¿Qué tiene de vocación por construir la Gran Patria Americana esta metodología de separar los pies del plato sagrado del entendimiento respetuoso del otro? ¿Qué argumentos puede utilizar un mandatario que prometió en su acción proselitista luchar contra las industrias sucias y contaminantes, para luego volver sobre sus pasos con una naturalidad que asombra? Más grave aún si en ello muestra una obcecación inconcebible, en la que no vacila en enrolar a sus adversarios políticos antes descalificados en sus discursos al analizar el leonino contrato con la empresa finlandesa Botnia.

La negativa sistemática a proporcionar elementos claros, precisos y contundentes que avienten la intranquilidad reinante en nuestro país (y por qué no en el propio), es signo de un ocultamiento malicioso.

(más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

Deportes

Argentinos

El Bicho derrotó 4 a 0 al Pincha y quedó como líder, al menos hasta que juegue Boca.

Racing

La Academia festejó gracias a un agónico gol en contra y eliminó a la Lepra del Torneo Apertura.

Unión

Unión de Crespo fue uno de los que ganó este jueves, fue frente a San Martín de Gazzano.

Argentina

Argentina tiene confirmadas días y sedes para la doble jornada de Eliminatorias Sudamericanas.

Fabián Medina continuará al frente de la Asociación Paranaense de Sóftbol

La Asamblea Anual Ordinaria de la APS se desarrolló en las oficinas del estadio Nafaldo Cargnel.

Las Panteras

Daniel Castellani convocó a tres entrerrianas entre las jugadoras que son observadas junto a Las Panteras.

Bautista Lescano: “Este era uno de los mayores sueños y cumplirlo es un orgullo enorme”

El paranaense aportó un try en la derrota de Los Pumitas ante los Junior Springboks

Los Pumitas

El seleccionado argentino M20 cayó con los Junior Springboks por 36 a 25.

Opinión

Por Claudio Jacquelin (*)

Dibujo de Alfredo Sábat para La Nación.