Silvio Méndez
Piedra Sola es una pequeña localidad del Uruguay profundo, en el límite entre los departamentos de Paysandú y Tacuarembó. El censo de 2011 registró 210 habitantes. El paraje montado en torno a una estación ferroviaria con el mismo nombre, ha sido reseñado como un punto importante de unión entre dos grandes ramales, el que se extiende hacia el norte del país oriental y del litoral oeste. A esa localidad uruguaya, se dirigían cuatro camiones vibradores cuando el sábado 2 de agosto de 2014 fueron interceptados por ambientalistas en la frontera entre Concordia y Salto.
La información que en ese momento llevó a los activistas a intentar frenar el paso del convoy era que esa maquinaria pesada iba a ser utilizada para captar y grabar movimientos sísmicos en vista de implementar el sistema de fracturación hidráulica (fracking) para la extracción de combustible no convencional, en los denominados bloques Salto y Piedra Sola. Estas tareas exploratorias, fueron concesionadas por la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (ANCAP) del Uruguay a las multinacionales Petrel Energy Limited y Schuepbach.
Los camiones trasportado por la firma Don Pedro eran de la empresa UGA Seismic SA y la referencia era que provenían de la cuenca neuquina de Vaca Muerta, con destino al Uruguay para realizar demarcaciones de “620 kilómetros de líneas sísmicas” en los departamentos uruguayos de Salto, Paysandú y Tacuarembó.
La alarma corrió rápidamente, ya que bajo esa zona se extiende la reserva subterránea de agua dulce más grande del mundo: el Acuífero Guaraní, que comparten bajo el suelo Argentina, Paraguay y Brasil, y que se vería afectado por contaminación en caso de efectuar fracking para buscar hidrocarburos.
Con esta sombra ciñéndose rápidamente, integrantes de las asambleas Ciudadana Concordia y Ciudadana Ambiental Concepción del Uruguay, Popular Ambiental Colón y el Foro Waj Mapu de Chajarí salieron a la ruta con el objetivo de impedir el paso de los camiones por la frontera.
La acción culminó ya en la noche, con una brutal represión de efectivos del Escuadrón Nº 4 Concordia de Gendarmería Nacional. Los episodios se dieron en la ruta 15 de acceso al puente Salto Grande, en cuya banquina quedaron estacionados los transportes. Hubo una refriega, donde a palazos los gendarmes desalojaron a los ambientalistas apostados frente a los camiones para impedir su paso.
Procesados políticos
Por ese incidente, cinco asambleístas concordienses quedaron acusados de promover un corte de ruta para impedir la circulación vehicular: Horacio Miguel De Carli, Facundo Scattone, Bernardo Zalisñak, Francisco Larocca y Cesar Arístides Pibernus fueron procesados en febrero pasado. El juez federal de Concepción del Uruguay, Pablo Seró, señaló en su resolución que los activistas, junto a otros compañeros y vecinos, desviaron los camiones a la banquina, tanto por lo cual cometieron el delito de entorpecer el normal funcionamiento del transporte terrestre por una ruta.
(Más información en la edición gráfica número 1020 de ANALISIS del 14 de mayo de 2015)