
En tanto en Entre Ríos, el proyecto académico “Desconfío” de la Universidad de Concepción del Uruguay, que trabaja sobre la problemática, realizó un relevamiento del tratamiento periodístico en medios provinciales. Este estudio detectó ciertas rutinas que desnudan puntos débiles en el oficio de producir noticias.
Silvio Méndez
“Tres de cada 10 artículos son copia de una nota previa publicada por otro medio; del total de estos casos, poco menos de la mitad (44,7 por ciento) atribuye la fuente original de donde se copió el contenido”. Este dato sobre noticias políticas dadas previo a las PASO en Entre Ríos forma parte del estudio que llevó adelante el Proyecto Desconfío, a cargo de un equipo de investigación de la Universidad de Concepción del Uruguay que lideran el periodista Adrián Pino y la investigadora Soledad Arréguez. Este grupo de estudio es una de las organizaciones que trabaja contra la propagación de noticias mentirosas. “La desinformación no es un asunto de usuarios particulares que intentan confundir. Se trata de la propagación intencional de información falsa o engañosa, con el fin de persuadir y distorsionar la realidad, engañar o simplemente desorientar a los usuarios”, define Pino a ANÁLISIS, para introducir en una materia por demás espinosa.
Lo real es que videos virales e información que pretende atacar o deslegitimar a candidatos en la campaña electoral también se han dado en Entre Ríos. “Las noticias falsas, conocidas como fake news, han inundado el escenario digital. En tiempos electorales, las acciones de desinformación y la viralización de videos que atacan directamente a los candidatos se han vuelto una práctica frecuente que también impacta en Entre Ríos”, reconoció el responsable de Desconfío. Y para tratar de desentrañar su incidencia realizaron un sondeo sobre información electoral en medios digitales entrerrianos, como parte de un proyecto más amplio sobre noticias falsas y desinformación en los escenarios digitales de Latinoamérica.
“Se ha tomado el tema para aportar conocimiento y entender cómo funcionan estos nuevos mecanismos de distorsión de la realidad. El primer paso lo dieron en las semanas posteriores a las PASO en Entre Ríos, con el análisis pormenorizado de un cuerpo de noticias electorales. Allí detectaron algunas regularidades interesantes”, comentó Pino, para destacar que lograron probar que “3 de cada 10 noticias electorales fueron copiadas y pegadas de otros medios digitales; un 33 por ciento de las notas analizadas mostró exageraciones respecto a las afirmaciones o conclusiones que aparecían mencionadas; un número alto de noticias no cita fuentes para atribuir las afirmaciones. Esta mala práctica alcanzó al 40 por ciento de las noticias electorales revisadas; y un 22,2 por ciento de los títulos presentan algún tipo de engaño, conocido como estrategias de Clickbait para llamar al interés por la noticia”, detalló.
El consultor también señala que la “calidad de información” en las noticias electorales de Entre Ríos así como la circulación de noticias falsas “son el síntoma más visible del fenómeno de la desinformación” que tiene como fin “persuadir y distorsionar la realidad, confundir, engañar o simplemente desorientar a los usuarios”. Y este contenido que circula rápidamente en las plataformas digitales, impacta “sobre las rutinas informativas y presenta serios desafíos para el periodismo y los profesionales de los medios de comunicación”, que a su vez como fenómeno “se agudiza en procesos electorales”.
(Más información en la edición gráfica 1098 de ANALISIS del jueves 13 de junio de 2019)