Luis Enrique, técnico de España uno de los mejores seleccionados de Qatar 2022.
* Por Diego H. Fernández
(Especial para ANÁLISIS)
Cuando entran Lato y Boniek
Aquellos que venimos viendo fútbol hace muchos años ya o tal vez no tantos, pero si con varios mundiales encima, en mi caso desde fines de los '70 no podemos dejar de pensar en determinados jugadores que han llevado a sus selecciones a un lugar de privilegio o que en alguna época eran selecciones de temer. Por ejemplo dentro de muchos años seguramente los chicos de 20 años en la actualidad al ver a Portugal recordaran a Cristiano Ronaldo, o miraran a Croacia y pensaran en la selección que comandaba Modric así podemos nombrar muchísimos casos.
En mi caso en lo que va del Mundial después de ver a Polonia me paso eso. Polonia y Gales me resultaron selecciones clonadas, ambas con una estructura en la que solo un jugador es el que rompe el molde. Movimientos esquemáticos y sin fluidez dominan la escena con Lewandowsky y Bale como esos llaneros solitarios de los que los demás esperan todo. Yo crecí con una Polonia que jugaba un fútbol de alto vuelo, a la que lo demás respetaban y temían futbolísticamente hablando. Como en los seres humanos algunos envejecen mejor que otros, en el caso de Polonia si realizamos una analogía podemos decir que ha envejecido bastante mal con el paso de los años, por eso a medida que pasaban los minutos de Polonia-México y las cámaras enfocaban el banco de suplentes lo único que se me ocurría era pensar cuando iban a entrar Grzegorz Lato y Zbigniew Boniek entre otros.
Ya no es solo hockey sobre hielo
En Canadá el deporte por excelencia es el hockey sobre hielo, un juego que despierta pasiones entre sus habitantes y en el que el clima predomínate ejerce obviamente una gran influencia para que esto así se haya dado. Al igual que en Estados Unidos el fútbol entró por la ventana y a paso lento. Pero que haya sido de esa forma no ha privado a los canadienses de poseer en la actualidad una selección competitiva. Unas eliminatorias excelentes ganadas con mucha autoridad así lo reflejaron en la región que hoy fue refrendada en su debut mundialista donde a pesar de la derrota contra la Bélgica de Courtois, Hazard y De Bruyne (Lukaku no fue de la partida) demostró estar a la altura con un colectivo coordinado y algunas individualidades muy interesantes.
Estas selecciones merecen el análisis desde el diagnóstico de su historia por eso es muy loable ver sus avances, cosa que cuesta mucho sobre todo en países donde la cultura futbolística no es precisamente la misma que en los lugares en los que todos sabemos que son potencias mundiales de este juego.
Denle otra pelota a los rivales
España juega un rondo gigante de 11 vs 11, la tiene y no la presta. Tómala vos dámela a mi mientras el rival va detrás del cuero y nunca lo puede agarrar, a esa exuberante exhibición de posesión de balón súmenle efectividad en la definición. España que venía con algunas dudas y criticas (algunas por la falta de gol) hoy se despachó con un contundente 7 a 0 ante Costa Rica que en ningún momento pudo estar a la altura de la furia española. Si después de ver el partido a alguien le pueden quedar dudas de algo lo invito a repasar las estadísticas del mismo donde la selección de Luis Enrique dio un total de 1061 pases y completo de forma efectiva 1003 lo que arroja un porcentaje del 95% de efectividad. Una verdadera locura por donde se lo mire. De acá en adelante quedan claras algunas cosas, la primera es que España ha reconstruido su selección en cuanto a nombres propios nuevos con muchos “chavales” que son la sangre nueva. La segunda es que la nueva camada de jugadores no traiciona la esencia de las últimas décadas, teniendo la posesión como estandarte y la tercera que jugarle de forma “no agresiva” sin intentar presionarlo para que jueguen incómodos y de esa manera forzarlos al error es un verdadero suicidio futbolístico.
El campeón está
El fútbol tiene muchas particularidades, una de ellas es el de la moda del que gana y su metodología de trabajo. En esto, el mundo del balompié ha sido por lo menos un poco injusto con el fútbol francés. Este país ha tenido unos años 80 donde se presentó para competir de igual a igual con las potencias, unos 90 donde lo ratificó con un título mundial y unos 2000 donde ya no se duda de que es potencia con otro título mundial y un subcampeonato. Sin embargo seguimos hablando de la tradición italiana, de la escuela holandesa, del talento sudamericano, de la disciplina alemana, de la metodología española y de Francia, bien gracias. Sería largo y tedioso nombrar la cantidad de jugadores que vistiendo la camiseta francesa regaron de buen juego los campos mundialistas. Para llegar a la actualidad con Mbappe como estandarte pasó mucha agua debajo del puente o mejor dicho muchos jugadores talentosos. El campeón defensor del título a pesar de dos duros golpes antes del inicio perdiendo a dos importantes piezas como Benzema y Nkunku demostró en su debut que pensar en el bicampeonato mundial no es una utopía.
El tridente ofensivo francés es de una jerarquía individual y colectiva de temer, Mbappe, Giroud y Dembele, pero como si eso fuera poco detrás de ellos aparece un tal Antoine Griezman. Póker de ases en modo Le France. Lloris en el arco apuntalando la línea defensiva aportando veracidad a la frase esa que reza que los equipos se arman de atrás para adelante. Nombres como Pavard, Upamecano o Rabiot decoran una plantilla que exuda futbol de élite. Francia juega bien hace rato y tiene jugadores de una jerarquía exquisita. Tal vez no se hable todavía de la escuela francesa como de lo linda que es la marsellesa, pero a ellos muy poco les importa, siguen haciendo los deberes y están en condiciones de seguir siendo en esta copa los mejores del mundo.
Japón te “transiciona”
Si cuando salís del sorteo del mundial, seas el país que sea, en el grupo te toca Alemania, pero además de eso en el debut digamos que no es precisamente lo que uno desea. Bueno eso le paso a Japón, abrió su participación mundialista frente a los teutones y si bien no la pasó muy bien en muchos momentos del partido donde Alemania convirtió en figura a su arquero Gonda que en modo Benji Price de los Súpercampeones se revolcaba para todos lados para evitar la caída de su arco, dio el golpe llevándose el premio mayor.
Pero ojo que Japón también tuvo sus argumentos. Un pressing agresivo en el medio del campo y al robo de pelota salida rápida en transición defensa-ataque aprovechando la velocidad de sus jugadores de ofensiva fue uno de los recursos estratégicos que plantearon los nipones y que termino dándole resultados. Alemania llevo el peso del partido y fue ganando merecidamente en casi el 80% del mismo, pero el mundial si ha dado una enseñanza en lo que va de disputa es que nadie se puede confiar con nadie y menos con un equipo dinámico y sin miedo a la derrota como Japón.
El triunfo de los orientales ha caído simpático por eso tal vez de que el débil siempre despierta una empatía más cercana que a la de los poderosos, pero de acá en más Japón tendrá que ver al igual que en el caso de Arabia de convivir con haberle ganado uno a Alemania y otro a Argentina. Porque de eso se trata también el fútbol de ver cómo te queda una ropa nueva y dar a conocer si es prestada o propia.
Brasil tiene la pilcha y ya se lustro los zapatos
Brasil siempre Brasil. La selección de la alegría, la siempre candidata no importa como llegue, debutó contra Serbia, una selección no de las peores, y le bastó con destellos intermitentes para salir airoso. Desde su formación Brasil derrocha confianza. Su esencia inmutable y presencial a cada paso nos remite siempre a otras grandes formaciones cariocas, más jugadores de creación y vocación ofensiva en ella nos habla de una convicción histórica por ser protagonista y siempre pensar en el arco de enfrente. Y el equilibrio que entre Casemiro y Paquetá le dan al equipo se sabe que solo puede ser dado por la calidad que tienen en su función específica, pero está claro que Brasil siempre toma riesgos porque para tener ventajas a veces también hay que darlas. Brasil es el rey de las ventajas cualitativas. Su juego de duelos individuales con nombres como Neymar, Vinicius Jr. o Rafinha marca la diferencia y cuando esas individualidades logran conectar colectivamente bueno agárrense fuerte porque el fútbol es de alto vuelo. A los brasileros no les tiembla el pulso, ellos viven el fútbol como su vida con alegría, samba y playa de hecho la definición en el segundo gol de Richarlison es la misma que uno puede ver paseando por las playas de Ipanema a media tarde cuando se pone a observar un partido informal. A Brasil el fútbol le sonríe porque los brasileros le sonríen a la vida y es por eso que otra vez como pasa siempre son grandes candidatos a quedarse con el premio mayor.
El gol en contra de Embolo.
Breel Embolo nació en Yaundé, Camerún hace 25 años y debutó profesionalmente a los 17 años en un partido por Europa League con su equipo el Basilea. Luego pasó a la liga alemana para vestir primero la casaca del Shalke 04 y después la del Borussia Monchenglandbach. Actualmente juega en el AS Mónaco FC de Francia. Hasta ahí podríamos hablar de algo muy común de un jugador en este caso africano de nacimiento y su trayectoria. Pero el detalle principal es que Embolo juega para la selección de Suiza y tuvo que enfrentar a su Camerún natal en el debut mundialista de su selección.
Embolo emigró de Camerún a los cuatro años con destino a Europa como tantas otras familias que emigran de su país natal buscando un futuro mejor. Se afincaron en Francia y por esas cosas que la vida y su indescifrable accionar hacen que sucedan su madre se puso en pareja con un señor suizo lo que ayudó para que el joven Breel diera sus primeros pasos futbolísticos en el Basilea el resto ya es historia conocida.
Lo que nunca tal vez se imaginó la familia de Embolo que la vida le tenía guardada una sorpresa por una parte dulce como convertir un gol en un Mundial y por otro lado amarga por hacérselo a su país natal. El futbolista en la previa declaró que si hiciera un gol ante Camerún no lo gritaría por respeto a la tierra que le dio la vida. El delantero se convirtió en el primer futbolista en convertirle un gol a su país de origen jugando para otra selección. Este suceso tendría que hacernos reflexionar y dejar en claro que el fútbol no es la patria, que un evento deportivo solo es un juego llevado al mundo de la sofisticación y el mercantilismo y que el joven Breel Embolo no le hizo un gol en contra a su país natal sino que le hizo un gol a la selección de fútbol que representa a Camerún que son dos cosas totalmente distintas.
Suiza: Dándole forma a una idea
Suiza juega bien. Pero bueno ya todos sabemos que jugar bien dispara diferentes opiniones que tienen que ver para algunos con el resultado y para otros con la estética del juego. Por eso para lo resultadistas el que gana jugó bien porque ganó y logró el objetivo para otros jugar bien es más complejo y hasta ganando muchas veces se encuentran desconformes por la manera que se logró. En mi caso personal me gusta la intención de Suiza: construcción desde el fondo, centrales con suma participación en la gestación penetrando líneas conduciendo en recto y filtrando en diagonal o conduciendo en diagonal y filtrando en recto, laterales que se posicionan altos y amplios, medios con intenciones asociativas y ahí empiezan algunos problemas.
Porque toda esa buena intención se diluye en la zona final donde Suiza no puede trasladar su prolijidad inicial al último tercio del campo. Claro Suiza no es Alemania ni Inglaterra ni España si hablamos de nombres propios por eso a esa idea colectiva tal vez le falten algunos elementos que le puedan dar ese salto de calidad que otras selecciones tienen. Históricamente podemos hablar de Sthepane Chapuisat, Alexander Frei (goleador histórico de la selección) y el ultimo icono Xherdan Shaqiri (actualmente titular y capitán) como los jugadores más reconocidos.
Como verán muy pocos nombres y tampoco tan reconocidos en el ámbito del fútbol mundial por eso lo de Suiza es intención y proyección de éxito colectiva que seguramente el tiempo demostrará si logra concretarse en todo su conjunto sin grandes estrellas que lo integren.
La de Zubeldia
El maestro Osvaldo Zubeldia tenía una jugada emblemática en su mítico Estudiantes de La Plata campeón de América y del mundo. Tiro de esquina a la zona del primer palo, un jugador que iba en busca de la pelota para alcanzar a rozarla y los demás atacando escalonados ocupando todo el ancho del arco. Cuando la pelota llegaba desviada por el primero descolocaba a los rivales y les daba la posibilidad de empujarla de cabeza a cualquiera de sus compañeros al fondo de la red.
Han pasado más de 50 años de esa jugada de pizarrón del maestro y sigue estando más vigente que nunca y si bien ese adagio de que dos cabezazos en el área siempre es gol, no es totalmente cierto si podemos decir que casi siempre es gol. En los mundiales los argentinos lo sufrimos en la final de México 86 cuando los alemanes levantaron un 0-2 con dos balones aéreos que encontraron dos impactos consecutivos de alemanes.
En la actualidad todo ha evolucionado. La big data inunda todo de datos que son utilizados por todos los cuerpos técnicos del mundo, sin embargo Dinamarca le complicó la historia a Francia con un gol de esa factura. Por eso el fútbol, ese que evoluciona de diferentes aspectos, no es ni antiguo ni moderno sino efectivo o no efectivo. Pasan los años los datos y la tecnología nos invaden, pero se encuentre donde se encuentre Zubeldia con la pizarra en la mano sonríe fuertemente porque su jugada sigue más vigente que nunca. A su memoria maestro!!!
El resultado mentiroso
El fútbol tiene ese no sé qué. Como dice Foucault el juego nos va a seguir seduciendo y apasionando en cuanto siga teniendo la incertidumbre de cómo va a terminar. Y en esa línea se encuentra esta frase una vez consumado el final del juego. Que yo tuve muchas situaciones de gol y no la pude meter, que el dominio de la pelota fue siempre nuestro y ellos solo miraban, que nosotros fuimos los que propusimos y arriesgamos etc, todas respuestas que le siguen a la afirmación de que el resultado fue mentiroso. Y hago esta introducción porque el resultado de Japón-costa Rica fue mentiroso.
Los nipones que venían de hacer historia ante Alemania hicieron un buen partido ante la psicológicamente golpeada Costa Rica (7-0 vs España). Llevaron el peso del partido, mostraron un juego fluido y dinámico revalidando lo que insinuaron ante Alemania y que de a ratos por la jerarquía del rival pudieron hacer, esta vez el rival le cedió la posesión y Japón tuvo que mostrar una faceta distinta a la que se vio con Alemania donde esperaba en zona media y ahí ejercía una presión agresiva recuperaba y salía disparado con transiciones rápidas al área rival. Contra Costa Rica tuvo que manejar la pelota en el tercio final del campo (zona defensiva baja rival) y estuvo a la altura salvo en la falta de efectividad en los casos que no chocaba contra la presencia de Keylor Navas y eso lo pago caro porque casi al final del match, en una contra los ticos encontraron un premio excesivo para lo que habían realizado tras convertir un gol inesperado para los japoneses por intermedio de Fuller y eso no lo es todo para los orientales ya que dejaron pasar una gran oportunidad de clasificar una fecha antes a octavos y además dejar casi sin vida a Alemania. El fútbol no sabe de merecimientos ni de resultados morales pero si de resultados mentirosos como el que hoy le toco vivir a Japón.
Croacia: el actor secundario
La selección de Croacia es como el actor secundario. Es Robert Duvall en El Padrino o Joe Pesci en Casino, esos actores que no son los principales, pero que se terminan ganando la admiración de todos los espectadores, es el amigo que entra con perfil bajo a la fiesta y se va con la más linda. Así pasa con Croacia, el último subcampeon del mundo, donde también fue el actor secundario, ese que nadie tiene en la mira de los candidatos, pero se sabe que algo tiene. Y por lo que se ve ahora va a pasar lo mismo. Un debut que no dijo nada y un segundo partido donde comenzó perdiendo a los dos minutos pero…nunca hay que subestimar al actor secundario de una buena película, Croacia lo hizo de vuelta volteo el marcador gano contundentemente y se pone en carrera para pelear por el Oscar, perdón por el título.
Modric como el relojero y los demás realizando el tic tac con precisión dicen acá estamos y no queremos ser actores de reparto, estamos para el papel secundario como siempre y esta vez queremos audicionar para conseguir el papel principal.
España-Alemania.
No hace falta saber de fútbol para darse cuenta que España-Alemania, si el sorteo no los hubiera encontrado en fase de grupos, tranquilamente podría haber sido un cruce en etapas finales de una copa del mundo. Quien puede negar el poderío de estas dos selecciones europeas. Después de la primera fecha donde España ganó holgadamente y Alemania perdió impensadamente frente a Japón no llegaban, a pesar de la gran historia de ambos, los dos en las mismas condiciones y eso se vio reflejado en el campo de juego. España siempre firme en sus convicciones viendo como juega y no contra quien juega y Alemania muy al revés de su idiosincrasia saliendo a abortar el accionar de los españoles en vez de aprovechar también el poder de su juego. Es por eso que fue muy raro ver a jugadores de la calidad de técnica de Guendogan, Kimmich y Goretzka encima de Busquets, Gavi y Pedri para neutralizarlos y después intentar jugar. Y como pasa siempre en estos casos el más valiente saca ventaja y además se siente por el accionar rival superior. España inicio con el buen manejo y cuando pudo romper la presión alta teutona llevaba peligro al área de Neuer, Alemania estaba al acecho y buscaba recuperar alto para lastimar sabiendo que el libreto España no lo traiciona. Así se fue el primer tiempo.
El segundo comenzó de la misma manera. Luis Enrique vio que ese dominio de su equipo que no se había podido transformar en ventaja necesitaba algo y a los pocos minutos mando a Morata al campo, una referencia de área que le daría lo que buscaba y no había encontrado: el gol. Ahí el partido cambio porque la Alemania que no se había parado como Alemania, por lo menos desde la iniciativa, tuvo que volver a ser Alemania entonces los que tenían como premisa contrarrestar el juego rival y después jugar ahora tenían que hacer lo que mejor saben hacer jugar sin importar quién es el rival. Entonces ya las condiciones fueron otras y los teutones empezaron a pisar cada vez con más frecuencia el área española hasta que después de un par de atajadas de Unai Simon encontraron el empate.
El final fue el reparto de puntos y si esto se tuviera que decidir por intención España se llevaría el premio mayor, simplemente por el hecho de que jugo sin importar el rival siendo fiel a su estilo y convicciones, en cambio Alemania se debe haber ido con la incertidumbre de saber qué hubiera pasado si en vez de esperar a ir perdiendo para volver a su esencia esta hubiera aparecido desde el minuto inicial.
De Arrascaeta y 10 más.
A mí me gusta que jueguen los que mejor juegan y partiendo de ese gusto como en Uruguay no va a ser titular De Arrascaeta. Entre la mística y la garra charrúa yo siempre me acuerdo de los Francescoli, de los Recoba, de los Rubén Paz, de los Forlán y de los De Arrascaeta entre muchos otros nombres que desde la técnica y la ejecución sobresalieron y sobresalen en la historia del futbol uruguayo no por la garra sino por su juego. Y la verdad basta con ver cómo cambia el juego de Uruguay con Giorgian dentro del campo me exime de cualquier otro comentario. Los jugadores que a través de ellos mejoran a los demás siempre tienen que estar adentro del campo de juego y en Portugal vs Uruguay eso paso con De Arrascaeta, lástima que, y no se ve en este mundial en este solo caso, se echa mano a esos jugadores cuando el resultado ya es adverso.
Y entonces que porcentaje de conocimiento táctico y estratégico puede estar por encima del componente emocional que se llama valentía, para mi esta primero la valentía y sostengo que los entrenadores debemos ser conscientes que para tener ventaja a veces es necesario dar ventajas, pero si dar ventaja es tener que poner jugadores como De Arrascaeta, les doy todas las ventajas que quieran.
Argentina volvió a ser Argentina.
Y al final sucedió lo que uno se esperaba Argentina volvió a ser Argentina, se sacó el lastre psicológico del inicio y el equipo empezó a fluir como nos tenía acostumbrado antes de la cita mundialista. El equipo tiene todavía detalles que pulir, si es cierto, también entra por momentos en lapsos que pueden generar preocupación a medida que se avanza y los rivales que se van a enfrentar tengan más jerarquía, puede ser, pero lo más importante es que se volvió a recuperar la confianza, que los dos más importantes Messi y Di María están como si estuvieran jugando con muchos años menos encima, que algunos nombres propios que aparecieron como Julián Álvarez y Enzo González y le dan una vitalidad al equipo muy necesaria y parecieran viejos seleccionados y que el sueño de llegar a la final está intacto aunque para eso queda mucho por delante y no va a ser precisamente una empresa fácil.
Un tema de invictos, lógica y sorpresas.
Por primera vez desde que son 32 selecciones, ningún equipo pudo ganar sus tres partidos, algo que no ocurría desde 1994. Países Bajos, Inglaterra, Marruecos y Croacia, son los que no perdieron. Y de estos solo Inglaterra ya jugo su partido de octavos de final. Lo llamativo es que no solo Argentina sufrió una derrota impensada ante Arabia sino que también Brasil ante Camerún, Francia frente a Túnez, Alemania y España frente al sorprendente Japón perdieron haciendo explotar las casas de apuestas. Este es un mundial donde prima una cierta lógica en los clasificados salvo la decepción de Bélgica y Alemania pasaron los que se preveían pero donde también equipos como Japón, Senegal, Australia y Corea lograron clasificar por arriba de otros favoritos entre ellos los ya nombrados Alemania y Bélgica pero también sobre Uruguay y Dinamarca.
La reflexión que uno puede hacer mientras ya transcurrió la mitad del torneo mundial es si la próxima edición donde participaran 48 equipos le dará más o menos competitividad. Personalmente creo que esto si bien es un intento de dar más posibilidades me parece que atentara contra la jerarquía colectiva del juego. Pero esto solo es una visualización contra fáctica de algo que todavía no sucedió. Lo que si queda muy claro que jueguen la cantidad de equipos que jueguen siempre los mejores cuatro están dentro de la lógica.
* Ex arquero profesional. Actual director técnico.