
En el día de la libertad de prensa, el periodista de diario Clarín y presidente del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), Daniel Santoro, manifestó su “preocupación” por “las amenazas a la libertad de prensa” que se viven en el país y especialmente en Capital Federal y señaló que “hay un clima negativo entre los periodistas y el Presidente de la Nación, Néstor Kirchner, debido a que existe una política del telefonazo, de llamar a las redacciones de los diarios para quejarse sobre las notas que aparecen, se maneja en forma discriminatoria la publicidad del Estado, no hay información y hay maltrato por parte del vocero presidencial, Miguel Núñez”. De todas formas, reconoció que existen algunos avances en relación con la gestión del ex Presidente de la Nación, Carlos Menem, como el hecho de que “no se usan las querellas por calumnias e injurias como elemento de presión”.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda emitido por Radio Del Plata Paraná, Santoro, que también es profesor de Periodismo de Investigación de la Universidad de Belgrano, se manifestó “preocupado” porque “si bien Kirchner renovó la Corte Suprema de Justicia, la cúpula de las Fuerzas Armadas y tuvo otras medidas positivas como el decreto que firmó en 2003 de acceso a la información pública del Estado” existen “amenazas a la libertad de prensa”.
Cabe destacar que a través de su trayectoria como periodista y docente especializado en periodismo de investigación, Santoro recibió importantes premios entre los que se destacan el Rey de España, que logró en 1995 por su investigación acerca de la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia durante la década del '90 y el galardón María Moors Cabot a la excelencia periodística que otorga la escuela de Graduados de Periodismo de la Universidad de Columbia.
Santoro, agregó además que “hay un clima negativo entre los periodistas y el Presidente debido a que existe una política del telefonazo, de llamar a las redacciones de los diarios para quejarse sobre las notas que aparecen”. Asimismo, aseguró que “es preocupante el hecho de que el Presidente nunca estuvo en una conferencia de prensa abierta y libre para todos los medios sino que brindó algunas entrevistas limitadas para algunos y también hay un uso discriminado de los viajes al exterior con el primer mandatario nacional de los que se brinda muy poca información”.
En ese sentido, indicó que “la Asociación de Periodistas de Casa de Gobierno emitió un comunicado quejándose porque no hay información y hay maltrato por parte del vocero presidencial”, Miguel Núñez. Además, señaló que, según las denuncias recibidas en FOPEA, “se maneja en forma discriminatoria la publicidad del Estado, lo que termina de cerrar el cuadro de preocupación”, ya que entendió que en ese sentido “debería existir un criterio público, explicado por escrito y no antojadizo”.
En ese orden, también destacó como motivo de alarma, “los cambios que (la senadora nacional y primera dama) Cristina Fernández de Kirchner (PJ-Santa Cruz) introdujo al proyecto de ley de acceso a la información pública, que desvirtúan el espíritu original de esta ley”. Entre la modificaciones enumeró que “extendió el plazo para mantener el secreto a la información a 30 años y sin posibilidad de que se revise cada 10 años; además, para pedir información hay que explicar al gobierno por qué se pide la misma al estilo de una declaración jurada”. De la misma manera, “extendió a todas las empresas privadas la obligación a brindar información, cosa que no puede discutirse en una ley que tiene que ver con la información difundida en los documentos públicos”.
Por último, respecto a los avances en materia de libertad de prensa en relación con la gestión de Menem, afirmó “que no se usan las querellas por calumnias e injurias como elemento de presión” y reconoció que “la relación con los ministros o funcionarios no es la misma porque hay muchos a quienes se los llama y brindan información”. “No existe la cadena de la felicidad de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) para sobornar a los periodistas con un sobresueldo, como ocurría durante el gobierno de Menem”, concluyó.