La audiencia empezó con media hora de retraso, cerca de las 18, y se extendió durante aproximadamente media hora, en el despacho de la titular del Juzgado de Transición Nº 2, que tramita la causa “Ilarraz Justo José s/Promoción a la corrupción agravada”.
Del trámite, participaron el defensor del cura Ilarraz, Juan Ángel Fornerón, el fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull, y uno de los querellantes, la abogada Rosario Romero.
En este mes pasarán por tribunales alrededor de veinte testigos que aportarán datos a la causa que instruye la jueza Firpo contra el cura acusado de graves casos de abusos ocurridos en el Seminario, y de los que fueron víctimas adolescentes que cursaban el secundario en calidad de pupilos.
El caso se trató, de modo secreto, entre 1995 y 1996 dentro de la órbita de la Iglesia, por decisión del entonces arzobispo Estanislao Karlic. El ahora cardenal tomó en persona declaración a algunas de las víctimas, y puso al frente de la investigación al sacerdote Silvio Fariña.
Concluida esa tarea, dispuso en 1996 expulsar a Ilarraz de la diócesis, y mandar todas las actuaciones a Roma.
Pero el expediente con esas actuaciones se reservó en el archivo de la Curia y no salió a la luz sino hasta 2012, cuando la Justicia lo requirió formalmente para integrarlo al expediente que se sigue contra el sacerdote.
En las testimoniales de las víctimas, se sigue casi el mismo protocolo: le preguntan si su presentación en la Justicia fue “espontánea”, si han tenido reuniones previas con el resto de las víctimas, y en las primeras audiencias, hubo insistencia respecto de aspectos íntimos, aspecto que fue vetado por la jueza Firpo, según contó una fuente de la causa.
La fiscal adjunta, Adriana Paola Farinó, pidió expresamente, en las audiencias en las que participó, que no se “revictimice” a las víctimas.
Por delante, queda la conclusión de las testimoniales ya ordenadas por la jueza Firpo, y la espera de la llegada del cura Ilarraz a Paraná. Está convocado para los días 6, 7 y 8 de abril, cuando deberá someterse a una pericia física y psíquica a cargo del equipo médico forense del Superior Tribunal de Justicia (STJ), publicó El Diario
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