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Ratones Paranoicos y una ceremonia rockera en Paraná que “quisiera que dure para siempre”

Ratones Paranoicos hizo vibrar el estadio del Atlético Echagüe Club.

Ratones Paranoicos regresó a Paraná con un show cargado de energía en el estadio del Atlético Echagüe Club, que anoche estuvo prácticamente completo para recibir a la histórica banda. La presentación formó parte de la gira Última Ceremonia Litoral y también se inscribió en los festejos por los 10 años del espacio cultural Tierra Bomba.

La noche comenzó puntualmente a las 21.15 con la Asociación Litoraleña de Blues como telonera. En unos 45 minutos de presentación, con un set compacto y sólido, prepararon el terreno para lo que vendría.

La Asociación Litoraleña de Blues Paraná fue la telonera de Ratones Paranoicos.

A las 22.30, tras la proyección de un video que repasó la historia de Ratones desde sus inicios en los años 80 hasta su lugar definitivo en el rock nacional, el estadio estalló. Juanse salió con su impronta intacta y la banda abrió con “El rock del pedazo”. De inmediato siguió “Ceremonia en el hall”, coreada de punta a punta por el público.

Con el correr de los temas, el público se desató y la temperatura subió aún más cuando sonó “Rock del Gato”. Juanse tuvo que frenar el arranque porque su guitarra había quedado sin sonido, lo que obligó a empezar de nuevo. Lejos de cortar la energía, el inconveniente encendió al estadio, el centro del campo se convirtió en pogo, y en cuestión de segundos se levantaron cientos de pantallas para registrar el momento de una noche que estaba haciendo historia en vivo.

Ratones Paranoicos y su Última Ceremonia Litoral en Paraná. 

El show también dejó en claro el trabajo de producción que lo sostuvo. Tierra Bomba fue clave para que todo funcionara sin fisuras, en una plaza que no siempre resulta sencilla para las bandas nacionales. El viernes por la noche, el manager de Ratones, Fernando Szereszevsky, dijo que Paraná es una ciudad difícil en términos de convocatoria y que no recordaba haber llegado antes con otros artistas de su representación. Quizás por eso, ver el estadio casi lleno tuvo un sabor especial, la prueba de que, cuando se apuesta en serio, la ciudad responde.

El cierre llegó con un bis muy esperado: “Quisiera que esto dure para siempre”, una elección que se sintió como síntesis perfecta de la noche. Antes de despedirse, Juanse agradeció y redobló la emoción con una frase que levantó una nueva ovación: “Viva Paraná, viva la Virgen, viva el rock, viva Argentina”.

Ratones Paranoicos pasó por la capital provincial de la mano de Tierra Bomba. 

A las 0.20, el concierto llegó a su fin, con un público más que satisfecho y la sensación de haber sido parte de una verdadera ceremonia rockera, de esas que quedan en la memoria y en la historia de los músicos argentinos.

La presentación en Paraná se transformó en una celebración compartida entre la banda, el público y el camino cultural que viene marcando Tierra Bomba, y confirmó que Ratones Paranoicos conserva intacta su capacidad de convocatoria.

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