En Entre Ríos se reconfigura la distribución del poder
El impacto es mayúsculo. No se conoce aún la verdadera dimensión porque, al menos en Entre Ríos, aún no se alcanzó un acuerdo mínimo entre actores de la política y analistas, para explicar el sentido del voto del pasado 26 de octubre. Sin esa claridad, aceleradamente, hay que afrontar las consecuencias de un resultado que reconfigura la distribución del poder.
Por Néstor Banega
Nuevos actores llegaron para quedarse. La cautela de los triunfadores y el silencio de los derrotados, impiden encontrar espacios para proponer la conversación que habilite encontrar razones. Un panorama complejo. Unos aprovechan y avanzan con cierta comodidad, afrontan cambios ineludibles. La administración intenta consolidar programas para enfrentar los próximos dos años de gestión. Los opositores, observantes y desflecados, profundizan su crisis identitaria e interior, sin lograr, todavía, alcanzar volumen para condicionar o marcar agenda.
Reinventarse reafirmando
El fenómeno Milei sigue. Se reafirma, reinventa y sigue. Movido por obsesiones confusas, una y otra vez, cuando todo parece desbarrancar, el presidente vuelve a ocupar la centralidad.
No podría afirmar si se trata de astucia o accidente. Lo cierto, lo palpable, lo concreto, es que el emergente libertario aprovecha cada titubeo de sus oponentesy circunstanciales aliados para imponerse. Echa mano a salidas desconocidas. Sorprende.
No negocia, eso está claro, porque implicaría ceder, instancia que no forma parte de su condición. Hay una nueva manera de usar el poder, que impacta en propios y extraños. Obliga a recalcular una y otra vez.
Puede no gustar, pero se debe rescatar la coherencia en algunos movimientos. Solo en algunos, porque sostuvo y sostiene que llegó para terminar con la casta, pero ese mal, principio de todos los males, sigue incólume y hasta le encontró una versión mejorada.
Detalles sobre los que se habla poco. Se pasa a segundo plano, por ejemplo, que el ajuste más importante en la historia de la humanidad lo soportan los jubilados.
El presidente marca la cancha y cuando parece que lo van a doblegar, corre el arco evitando la caída.
Logróaprovechar,o tal vez entender mejor que sus adversarios,los cambios bruscos del humor social para alcanzar un triunfo electoral. Dentro una política opaca y atravesadapor errores no forzados (revista Análisis 1164) sigue destacándose.
En octubre sumó legisladores propios en ambas Cámaras del Congreso Nacional, que le responderán desde el 10 de diciembre.
La movida también le permite ir quebrando voluntades para acercase al control de un espacio, el legislativo, en el que no contaba con representantes propios. ¿Qué saldrá de todos eso? Se verá.
El tiempo es veloz
Todo pasa demasiado rápido. En setiembre, en la provincia con mayor concentración poblacional fue a las urnas y la versión comarcal del peronismo aventajó a la propuesta de La Libertad Avanza (LLA) por 13 puntos. Hacia fines de octubre, en el mismo territorio, ganaron los libertarios. Y no es que hubo emigraciones o inmigraciones masivas.
Un dato que no se debe perder de vista: en esta última compulsa, tomando todo el territorio nacional, más de doce millones de personas no fueron a votar.
LLA gana en la mayoría de las provincias, pero su volumen de apoyo es menor que el que tuvo en el balotaje de 2023. Aquella vez obtuvo el poco más del 55 por ciento de los votos (más de catorce millones). En 2025 haciendo una sumatoria alcanzó el 40.66 por ciento (son más de 9 millones de apoyos).
(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1166, del día 27 de noviembre de 2025)


