El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, presentó esta mañana a los periodistas los detalles de la 37ª Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que iniciará el próximo 1° de agosto en Lisboa, Portugal, y que contará con la presencia del Papa Francisco.

“Es la primera JMJ después de la pandemia”, recordó Bruni. De hecho, se suponía que tendría lugar en 2022, pero debido a la persistencia de la emergencia sanitaria se decidió posponer su celebración.

Es el viaje internacional número 42 de Francisco, que en diez años de pontificado ya ha visitado 60 países. Ya había estado en Portugal en 2017, con motivo del centenario de las apariciones de la Virgen. También en esa ocasión, pidió a los cristianos que sean “esperanza” los unos para los otros, publicó la agencia Aica.

Para la JMJ e inscribieron ya más de 330.000 jóvenes de 200 países y 20.000 voluntarios procedentes de 150 países. Más de 700 obispos y 20 cardenales se pondrán a su servicio, guiándolos en la catequesis sobre el tema “Levántate”. “Estos encuentros -explicó Bruni- tendrán un carácter sinodal, circular, de conversación”.

Los Papas, Portugal y Fátima

Antes de Francisco, recordó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, otros tres Papas estuvieron en Portugal y en Fátima, “lugar para confiar a María los grandes dolores del mundo”. Pablo VI indicó desde allí la oración como medio para obtener la paz, “don de Dios, pero también fruto de la colaboración del hombre”. Y hubo cuatro visitas al país de Juan Pablo II, cuya historia está íntimamente ligada a Fátima. Por su parte, en el décimo aniversario de la beatificación de los pastorcitos Francisco y Jacinta, Benedicto XVI acudió también al santuario mariano, destacando la actualidad y vitalidad del mensaje de las apariciones.

Rezando por la paz

Sin duda, la paz estará en el centro de las oraciones de esta JMJ. Entrevistado por los periodistas, Bruni no confirmó, pero no excluye, que el Papa pueda encontrarse con jóvenes rusos y ucranianos. Incluso cuando se le pregunta si está previsto un encuentro con las víctimas de la pederastia, el portavoz vaticano responde subrayando la ya conocida sensibilidad y atención de Francisco sobre estos temas: “Si esos encuentros se realizan, se realizan de forma confidencial también para facilitar el proceso de curación de las víctimas. Si hubiere reunión, se dará noticia después de que haya tenido lugar”.

Los pronunciamientos públicos de Francisco serán once en total: nueve discursos y dos homilías. Sólo el primero se pronunciará en italiano; los demás, en español. “Es la lengua del Papa”, explicó Matteo Bruni, “con la que puede llegar al mayor número de personas”.

El programa

La salida desde el aeropuerto de Fiumicino de Roma está prevista para el miércoles 2 de agosto a las 7.50 (hora de Roma). La llegada a Lisboa está prevista para las 10. El Papa será recibido en el Palacio Nacional de Belèm por el Presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa. Allí Francisco saludará desde la ventana.

El encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático tendrá lugar en el propio barrio de Belèm, en el centro cultural. Se esperan unas mil personas. Por la tarde, en la nunciatura apostólica, Francisco se verá con el presidente de la Asamblea de la República y el primer ministro. Posteriormente, en el monasterio de los Jerónimos, acogido por el Patriarca de Lisboa, celebrará las vísperas con los obispos, presbíteros, diáconos, consagradas y consagradas, seminaristas y agentes de pastoral.

El jueves 3 de agosto, por la mañana, tendrá lugar el encuentro con los alumnos en la plaza de la Universidade Catòlica Portuguesa. Se espera la bendición de la primera piedra de un nuevo campus universitario, el “Campus Veritatis”. Más tarde, en la cercana Cascais, Francisco saludará a los jóvenes de Scholas Occurentes: escuchará los testimonios de jóvenes de diferentes religiones, firmará una pancarta artística de tres kilómetros de largo y, junto con otros líderes religiosos, asistirá a la plantación de un olivo de paz.

El regreso a Lisboa está previsto para la tarde, cuando tendrá lugar la ceremonia de bienvenida de la JMJ en el parque Eduardo VII, una enorme zona verde de 25 hectáreas.

En la mañana del viernes 4 de agosto, en el Jardín Vasco da Gama de Belèm, el pontífice impartirá el sacramento de la Reconciliación a algunos jóvenes en la mañana. Acto seguido, en el centro parroquial “da Serafina”, tendrá un encuentro con los representantes de algunos centros asistenciales y solidarios. Tras el almuerzo con diez jóvenes de diferentes nacionalidades en la nunciatura apostólica, al caer la tarde, el Papa Francisco llegará en un coche descubierto al parque Eduardo VII para presidir el viacrucis con los jóvenes.

Vigilia y Misa

La jornada del sábado 5 de agosto estará marcada por la mañana por la visita del Santo Padre al Santuario de Nuestra Señora de Fátima, adonde llegará en helicóptero, pronunciará un discurso, rezará el rosario con jóvenes enfermos y obsequiará una corona de oro a la Virgen. El regreso a Lisboa está previsto para justo antes del mediodía. A las 18, será el encuentro privado con los miembros de la Compañía de Jesús en el Colégio de S. João de Brito y, a las 20.45, la vigilia con los jóvenes en el Parque del Tejo. A las 22.45, el Papa regresará a la nunciatura apostólica.

El domingo por la mañana, de nuevo en el Parque del Tejo, será la Santa Misa de clausura de la JMJ, al término de la cual, tras la entrega de la cruz a algunos jóvenes y el anuncio de la sede de la próxima JMJ internacional, la reunión con los voluntarios tendrá lugar por la tarde. La ceremonia de despedida será luego, en la base aérea de Figo Maduro, y el regreso a las 18.15, con llegada a Fiumicino a las 22.15.

La ciudad de Lisboa, de la que provienen grandes testimonios de evangelización y santidad, se prepara para vivir jornadas de celebración y diálogo sobre los temas de la paz, la protección de la creación y la fraternidad. La JMJ demostrará así que el océano no divide, sino que une.