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La plata, donde corresponde

Ayer se realizó el “Abrazo al Hospital de Clínicas”, escuela universitaria pionera en atención de la salud desde 1881.

Por Beatriz Arbasetti (*)

Soy hija de la escuela pública, laica y gratuita en Argentina. Como lo fue mi padre, como los son mis hijos. Transité el magisterio y la universidad en un sistema que fue faro de luz en América del Sur. Julián Marías, Carlos Fuentes, Vargas Llosa, Octavio Paz y tantos otros, ponderaron nuestra educación y admiraron nuestra cultura como huellas de identidad.

Miles de estudiantes extranjeros, entre ellos exiliados, estudiaron y estudian en nuestras universidades sin costo alguno. Según fuentes académicas, formar hoy un profesional en la UBA cuesta U$D 1000- por año. En los países vecinos insume U$D 8000-…

Ayer asistimos al “Abrazo al Hospital de Clínicas”, escuela universitaria pionera en atención de la salud desde 1881. Una multitud conmovida cerró filas en un entorno de varias cuadras. Eran ciudadanos reconociendo esa labor diaria y sostenida, pese a condiciones adversas.

Inquieta conocer la merma de recursos para educación, universidades y formación científica, cuando debieran ser prioridad en un país donde el ascenso social provino del esfuerzo y del estudio.

Preocupa más aún cuando ligeramente se presupuestan $100000- millones para la SIDE (incremento del 778%) y otros $147.576- millones para la Secretaría de la Presidencia (incremento del 103%).

¿No sería más razonable destinar- al menos- un 50% de dichas asignaciones a un sistema educativo por demás precarizado?

¿Qué clase de nación seríamos si resignáramos el conocimiento que nos hará dignos?

Se agita la libertad como única bandera pero, ¿de qué libertad hablamos si no enseñamos a leer, a escribir, a pensar y a ejercer la crítica? Un proyecto ambicioso que supimos conseguir. [Bildung]

Una marcha pacífica de estudiantes, investigadores y docentes universitarios inundó en abril la ciudad de Bs.As. y capitales del interior, en reclamo de presupuesto coherente.

La próxima del 2 de octubre promete ser más numerosa y acompañada por una ferviente ciudadanía.

Es de desear entonces que primen la convicción y la sensatez para que volvamos a ser la “Atenas del Plata”, como nos reconocían en el siglo XX.

(*) Profesora.

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