
Guillermo Michel.
Guillermo Michel
Mejorar los ingresos de la gente y los recursos tributarios es posible con acciones concretas de gestión.
No hay impuesto en Argentina que recaude más que el Impuesto al Valor Agregado (IVA); algo más de 7 puntos del Producto Bruto Interno (PIB), esto es, 43 billones de pesos en el año 2024.
El problema radica en que el IVA es un impuesto regresivo, lo cual significa que es pagado en mayor proporción por aquellos que menos tienen; los sectores con menores ingresos son los que soportan -proporcionalmente- la mayor carga tributaria. Y todo ello sin considerar las enormes maniobras de los contribuyentes más poderosos que llevan a que la evasión del IVA en Argentina se ubique cercana al 40%.
El Programa “Compre Sin IVA” permitió que más de 20 millones de personas mejoraran sus ingresos por la devolución de una parte de la compra.
Se trató de una medida central para atenuar la regresividad del IVA orientada a las personas con menores ingresos.
Obviamente el Estado nacional y las provincias debieron afrontar el impacto de la devolución a los consumidores, pero los números finales demostraron que la economía se formalizó al ritmo del programa y en definitiva se compensó gran parte de lo que se destinó a los más necesitados.
Nadie duda a esta altura de los beneficios del programa, pero siempre es mejor sustentarlo con datos concretos y en este caso, con datos publicados por el propio organismo recaudador (ARCA, ex AFIP).
Si tomamos los últimos 15 años, observamos que la mayor recaudación del IVA con relación al PIB se produjo en el año 2023, y ello con absoluta claridad se debió al éxito del “Compre sin IVA”.
Ninguna medida de similares características, como la devolución a las compras con tarjeta de débito del año 2002 o la fugaz tasa “0” instaurada por unos meses por el ex presidente Macri frente a los resultados de las PASO del 2019, tuvieron tanta repercusión e impacto positivo.
El “Compre sin IVA” benefició a 20 millones de personas en menos de 10 días hábiles, llegando a todos los medios de pago (débito, mercado pago y otras app).
Veíamos: consumidores reclamando sus tickets de compra, garantía absoluta de la inmediata devolución que verían reflejada en sus cuentas bancarias; contribuyentes que no podían desconocer las ventas realizadas y ello significaba una formalización del impuesto nunca vista, al menos en términos de efectividad en la recaudación; bancos acreditando las devoluciones en forma diaria y dentro de las 24 hs del registro de los consumos.
Medidas como esta se enmarcan en un esquema virtuoso que permite mejorar los ingresos de los más necesitados, mejorar la recaudación y atenuar la regresividad que tiene el diseño del IVA.
A veces no se trata de plantear grandes reformas tributarias (necesarias sin duda) sino de acciones concretas de gestión y normativas que permitan resolver los problemas de la gente.
Estamos convencidos de que acciones como esta que proponemos pueden beneficiar a los ciudadanos en el corto plazo. Es una decisión política y por eso entendemos que es necesario debatirla con los candidatos del oficialismo, Joaquín Benegas Lynch y Andrés Laumann, a quienes convocamos para discutir sobre este y otros temas.
(*) Candidato a legislador nacional de Fuerza Entre Ríos