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Narcocriminalidad: “Las grandes bandas empiezan a desarrollar células en pueblos chicos”

El diputado provincial de Santa Fe, Carlos Del Frade, se refirió a lo denunciado por el juez de Garantías de Nogoyá, Gustavo Acosta, en relación al avance del narcotráfico en dicha ciudad y la región.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza), Del Frade planteó que “hace algunos años atrás, alrededor del río Paraná en localidades chicas de Entre Ríos y Santa Fe, empiezan a desarrollarse células activas del Primero Comando Capital que es hoy la organización narco criminal más poderosa de América del Sur y que está manejando el grueso de las exportaciones de cocaína por el río Paraná”.

En ese marco, describió que “hay una modificación en la estructura de comercialización. La década del 90 fue de democratización de consumo, y para eso había que estar en las ciudades más grandes, a partir del 2000, las bandas narco-policiales-barriales de Capital Federal, Rosario, Córdoba, Paraná, empezaron a consolidarse creyendo que el poder económico y el poder de fuego les iba a durar para siempre, sin reparar en lo que siempre ocurre: que lo que está por debajo empieza a acabarse por decisión de los nichos corruptos de la política. Eso se termina, y ahí empezó a aparecer la regionalización, esto de meternos directamente en el plan de desarrollo –a partir de 2010 en adelante- de las grandes organizaciones narco criminales exportadoras de América Latina, y fundamentalmente en nuestra zona del Primer Comando Capital, que a partir de ese anclaje que le dan las bandas barriales empiezan a ver que no les convienen las grandes ciudades, donde está el alto consumo garantizado, y lo que necesitan ahora son distintas alianzas que buscan meterse en el negocio grande y que pasan por el agua”.

“Por eso más allá de la coincidencia de que, por ejemplo, Diego Cuello esté presente en Nogoyá, lo que se está buscando es cómo esas bandas narco-policiales-barriales de distintas provincias empiezan a vincularse con el negocio grande que pasa por la exportación. Esto es lo que cambió especialmente a partir de 2016 en adelante”, opinó.

Asimismo, consideró que el lavado de dinero narco “es mucho más difícil en los pueblos chicos, pero la circulación de dinero se puede hacer a través de distintas maneras o maniobras financieras en distintos lugares. Lo que creo que lo que les da mucha tranquilidad en el manejo del territorio, de reuniones, de planificación, de comprar campos como está pasando en Nogoyá, Victoria, Rosario, en Puerto Gaboto, en Andino o Timbúes –todas localidades chicas de Santa Fe y de Entre Ríos- y ahí puede ser más fácil el lavado de dinero a través de la compra de lotes, lo que se logra, entre otras cosas, presionando a las autoridades locales, no tanto las políticas, pero sí municipales”.

Aseveró que “lo que hay es un cambio en la regionalización, el consumo está garantizado, llama mucho la atención la cifra que dio Patricia Bullrich sobre la droga incautada en Rosario durante los primeros nueve meses del año, me parece muy poca y es como que la droga se vende con mucha facilidad y eso forma parte también de lo que significa la reducción de homicidios. Por eso aparecen en lugares como Nogoyá, y va mucho más allá de lo que quieren las bandas narco-policiales-barriales, incluso la de Cuello. No sólo son los que deciden”.

En este contexto, apuntó que “hay una complicidad enorme de la justicia; la Justicia Federal es cómplice” y advirtió: “Estamos ante un grado de capitalismo tan duro, que al sistema financiero le interesa que el dinero del narcotráfico siga entrando, con lo cual esa preocupación de cierta parte de la política con cierta parte del poder judicial, siempre va a terminar yendo hacia abajo y nunca hacia arriba. Por eso ahora, lo que hay que controlar –y por eso es tan importante la denuncia de lo que está pasando en Nogoyá- es cómo se hacen cargo, una vez más, de los clubes de esos lugares más pequeños demográficamente. Lo que está todavía liberado y sujeto a que haya más violencia tiene que ver con lo de abajo, lo de arriba ha cambiado, se ha diversificado”.

Por último, afirmó que “es desolador el panorama” en cuanto a la situación de los soldaditos y pequeños vendedores de droga, que se intensifica ante la crisis social y económica y planteó que “premian esto de que se llenen las cárceles de pobres”. “Es realmente terrible lo que está pasando por abajo, porque no hay control de lo que significa trabajo, educación, cultura, alegría y deporte, que no está. Sí hay una reducción del 70% de los homicidios, pero eso tiene que ver con acuerdos que van a empezar a caerse de manera estrepitosa. Y después va a empezar a verse esta situación de cómo en los pueblos parece la necesidad de dinero de esas bandas narco-policiales-barriales, lo que está por abajo, los últimos eslabones de la cadena de comercialización, que van a ir tomando todos esos lugares vendiéndole a las grandes estructuras regionales, como el Primer Comando Capital, garantizando ese territorio y posicionándose como últimos eslabones en las exportaciones, que hasta el día de hoy siguen absolutamente invictos”, concluyó.

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