En el petitorio, al que accedió ANALISIS DIGITAL, recordaron que el proyecto nació en la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) y fue derivado en junio de 2011 al Ministerio de Desarrollo Social. A partir de entonces y hasta diciembre de ese año se avanzó en su implementación, pero esto se vio frenado por el recambio de autoridades tras las elecciones.
Ante esta situación, en febrero de 2013 desde Casa Solidaria elevaron un informe donde detallaban lo realizado, a pesar de no contar con los recursos mínimos, y ratificaban la necesidad de poner en marcha el dispositivo. Sin embargo, no pudieron continuar en estas condiciones.
En ese marco, demandaron un equipamiento básico para el desarrollo de las múltiples actividades de inclusión cotidiana, entre ellas un espacio físico; una línea telefónica y conexión a Internet, un equipo de conducción y coordinación del dispositivo; un grupo interdisciplinario de profesionales; y personal mínimo para mantenimiento y servicios.