
La noche fría fue el marco ideal para esta despedida de Gimnasia. Porque el Lobo uruguayense no calentó nunca la baja temperatura del domingo, al menos para que esos fieles hinchas se calienten las manos para aplaudir. Algo de Padilla, aunque más empecinado en la personal que en lo colectiva, algo de Sánchez y un partido para el olvido del resto, ejemplifican la noche del equipo de Santiago Losada.
Enfrente, Crucero se manejó como quiso en el Núñez pero pecó de amarrete, quiso cerrar el partido. Y con ventaja le dio la pelota y el terreno a Gimnasia para que encuentre la igualdad a cuatro del final.
El primer tiempo fue malo por donde se lo mire, con Gimnasia inmerso en un concierto de errores en las tres líneas, dejando entrever que los jugadores ya piden vacaciones urgentes. Enfrente, Crucero fue inteligente, con las dos torres de arriba, que además juegan bien, apuntalado por Gaona desde el arco y una dupla central que sacó casi todo.
Eso le bastó para irse en ventaja al cabo de los 45 iniciales, cuando un centro malicioso Cabrera se transformó en el primero. Yegros Tejada busco desviar el balón que terminó en gol, pero fue de Cabrera derecho, sin que nadie la toque. La mejor jugada del local en el partido la armaron Padilla y Sánchez, para dejarlo soplo a Besel, que definió extrañamente mal, apurado y suave a las manos del arquero.
El Lobo encontró el empate a los dos de juego de la parte final, cuando Del Bono cabeceó un centro de Padilla. Todo estaba igual ahora. El pésimo arbitraje de González le ponía calor a la noche para los hinchas del Lobo.
El travesaño le negó el segundo al pibe Pintos, solo desde el área chica. Y enseguida Yegros Tejada, desde el piso y rápido, definió ante las dudas de Del Bono y Cergneux para el segundo a los 59’. Y ahí Crucero decidió no jugar y aguantar. Y lo hizo hasta donde pudo, con Gaona tapándole el gol a Padilla, Añaños (terrible zapatazo desde 30 metros) y a Besel.
Hasta que llegó el empate. Padilla la calzó de volea, como venía para que Gaona de rebote y Ferreira infle la red a cuatro del final. Merito para Gimnasia, que aún jugando mal, fue a buscar el empate con lo que tenía, con lo que le salía. Y lo encontró.
Castigo para Crucero por no querer más, por olvidarse del partido cuando restaban 25 minutos. El empate le calzó bien a dos equipos que se fueron de vacaciones junto con el resto de sus colegas. Tendrán más de un mes para encontrar el fútbol que no mostraron en la fría noche del domingo, señala Uno.