
Ayer el diario Tiempo Argentino publicó una entrevista al canciller Héctor Timerman, quien envió un claro mensaje al Uruguay: “Si mañana a mí me dicen que no hay ningún problema, si me dan alguna demostración del Tribunal de Cuentas que no hubo ningún acto que podría ser considerado ilícito por la Justicia, entonces podemos firmar la profundización del canal en cualquier momento”.
Tras la publicación, el medio uruguayo La República aseguró que la lectura del vecino país se enmarca en "la respuesta que se viene dando desde que el presidente Mujica ordenó bajar los decibeles: silencio absoluto”.
“No es que la Cancillería uruguaya no tenga nada para decir, sino que estratégicamente se fijó el objetivo de no negociar a través de las tapas de los diarios. Mujica interpreta que de esta manera se seguirá dando vueltas sobre lo mismo sin avanzar un centímetro. Así se llegó a esta instancia, con dimes y diretes cruzados que lo único que lograron fue enredar las cosas y llevar la crisis a un punto inmanejable”, señaló el diario del vecino país.
Hoy al mediodía se reúne la delegación uruguaya de la CARP para seguir analizando las propuestas como si nada hubiera pasado. “La idea es seguir trabajando con la directiva de Mujica de no responder. Bajarle el perfil a esta polémica mediática y dejar las conversaciones para su momento preciso”, afirmaron desde el diario uruguayo.
Hasta aquí todo venía así, por eso las declaraciones de Timerman no cayeron del todo bien, porque vuelve a insistir con un método que ya mostró su más rotundo fracaso: mandar mensajes a través de los diarios.
Sin embargo, una alta fuente del gobierno uruguayo habría confirmado que el presidente José Mujica analizará con su equipo de gobierno los dichos del canciller argentino.