Los informes forenses fueron entregados ayer a la fiscal de San Martín, Mónica Fernández Poblet, quien subroga al fiscal natural del caso, Martín Scattareggi. Los escritos ya fueron incorporados al expediente judicial.
Cero duda
Tres fueron las repeticiones de los exámenes en el laboratorio del Cuerpo Médico Forense: “prueba, contraprueba y nueva prueba”, tal como explicó un especialista al Diario Los Andes. En las tres oportunidades, los resultados fueron idénticos: el camionero estaba ebrio y sin drogas y los dos colectiveros estaban “limpios” de toda sustancia. Debido a la tecnología usada en los trabajos, los especialistas coincidieron en afirmar que los informes no dejan lugar a dudas.
El mecanismo que se llevó adelante a la hora de llegar a estos datos, fue el método llamado cromatografía. En los casos de estos tres cuerpos que quedaron calcinados después de la colisión, los especialistas extrajeron muestras de los ojos de los fallecidos.
La certeza de que Genesio Mariano manejó su camión en estado de ebriedad durante muchas horas, complica más la situación de los encargados de Seguridad Vial de la Provincia, ya que después de los numerosos llamados no atendidos al 911, queda en claro que, de haber actuado a tiempo, el camionero -en ese estado- no podría haber seguido con su alocado viaje que terminó con la vida de 16 personas. Simplemente la policía lo hubiera detenido, ya que con 0,5 de alcohol en la sangre, cualquier conductor correría la misma suerte.
Mariano viajaba en lo que se conoce como la fase 3 de intoxicación alcohólica. Se la denomina “fase hipnótica o de confusión”.
Precisiones médicas
Según explicó el jefe del Departamento de Toxicología de la provincia, Aldo Sergio Saracco, los efectos que produce el alcohol en una persona tienen estrecha correlación con los niveles que se encuentran en sangre y aunque varían de acuerdo a cada sujeto, peso, raza, sexo y tolerancia, existe un consenso bastante aceptado sobre los mismos.
“Ya desde los 0 a los 0,5 hay leves alteraciones sensoriales, disminución de la respuesta a los estímulos, por eso se demora más tiempo en reaccionar; sumado a un cuadro de excitación”, precisó el experto quien destacó que la ley de tránsito establece que los choferes profesionales tienen reducida la tolerancia el alcohol a cero, cuando a los demás automovilistas se les acepta 0,5.
Ahora, si una persona presenta entre 1,5 y 2,5 gramos de alcohol por litro de sangre -como indica el informe de Mariano- se trata de un estado de alcoholización grave que es suficiente para poner en riesgo la seguridad de terceros. “El paciente presenta un estado de confusión, pérdida de control y de la percepción y está agresivo. Aparece la marcha tambaleante, visión borrosa o doble, incoordinación muscular y puede haber descenso de la glucosa en sangre”, detalló el médico.
Lo que es difícil determinar es cuánto alcohol tiene que haber consumido la persona para llegar a esos altos niveles: “Depende de cuándo estuvo tomando, si fue en las últimas dos horas, el tipo de bebida, si tomó de golpe o lo acompañó con las comidas”, explicó.