Aunque el uso de pirotecnia se remonta miles de años, en las últimas décadas se amplificó el conocimiento general sobre los efectos que tiene esta práctica para la salud de animales y humanos y su uso comenzó a disminuir. Aún asi, cada fin de año nuestras mascotas son expuestas a la misma situación y no todas pueden tolerarlo de la misma manera. ¿Se puede usar cannabis en esta situación?
Hablamos con Nicolas Destefano, médico veterinario de Veterinarios Cannabicos Argentinos, que nos explicó en profundidad la manera en que la pirotecnia afecta a los animales y cómo el cannabis puede generar una herramienta terapéutica para estos casos.
¿Qué efectos produce la pirotecnia en las mascotas?
"Comúnmente se cree que los daños son auditivos y directos, una perforación de tímpano por ejemplo. La realidad es que el problema más severo no es el oído sino el impacto emocional", explica Nicolás.
A nivel orgánico, los daños de la exposición a la pirotecnia pueden ser los mismos que en humanos, en el caso de quemaduras, lesiones traumáticas o accidentes derivados del uso. Al mismo tiempo suelen ser los más perjudicados en incendios provocados por elementos pirotécnicos, ya que muchas veces no pueden escapar del espacio afectado.
"Hay casos donde algunos perros, lejos de huir, se acercan curiosos a petardos o cañitas voladoras, lo que incrementa la posibilidad de lesiones", continúa.
¿Que pasa con los sonidos como las explosiones?
"La realidad es que los animales no humanos no comprenden el origen de los estruendos y los interpretan como amenazas inminentes. La reacción depende de la personalidad, el temperamento, la genética y las experiencias previas de cada individuo. Algunos solo atraviesan un episodio pasajero de miedo, mientras que otros entran en estados de pánico o fobia, con profundas alteraciones emocionales y cognitivas".
"En estos casos se activa de manera extrema la respuesta de lucha o huida" explica Nicolás. Se liberan grandes cantidades de hormonas y neurotransmisores vinculados al estrés, lo que puede derivar en estrés crónico si el cuadro se prolonga. Esto termina afectando múltiples funciones orgánicas, desde el sistema inmune hasta el cardíaco y renal. “La pirotecnia hace entrar a la mayoría de los animales en un estado de estrés marcado, incluso crónico”, resume.
¿Puede haber consecuencias orgánicas graves por los sonidos de las explosiones?
Aunque no haya daño auditivo real, Nicolás advierte que las consecuencias pueden ser graves debido al pico de estrés. La liberación masiva de cortisol, adrenalina y otras catecolaminas fuerza al organismo a trabajar al límite. En animales con patologías previas, debido a la taquicardia y taquipnea se pueden generar crisis respiratorias y cardíacas.
"Para individuos con afecciones neurológicas como epilepsia, la desregulación emocional puede inducir convulsiones", remarca Nicolás. "Además, el estado de desorientación que muchos experimentan los pone en riesgo de accidentes: intentos de escapar por ventanas abiertas, atravesar vidrios o meterse en huecos peligrosos".
"Incluso después de que cesan los estruendos, algunos animales quedan sensibilizados y comienzan a reaccionar con miedo a otros ruidos cotidianos, como truenos o motores, quedando atrapados en un estado de alerta constante", señala.
¿Algunos animales o razas se ven más afectadas que otras? ¿Hay poblaciones de riesgo?
"Sí. Los animales con patologías cardíacas, renales o neurológicas constituyen la población de mayor riesgo, ya que su organismo no tolera bien un estado de alerta extremo. Los gerontes y los animales con obesidad también suelen tener menos capacidad física para enfrentar el estrés", explica Nicolás.
Individuos que ya presentan ansiedad o inseguridad basal también son más propensos a desarrollar fobia a la pirotecnia, aunque a nivel de razas no existen predisposiciones claras explica el profesional. "Y en los casos de desorientación severa, los animales que no pueden conectar con sus tutores o buscar refugio seguro son quienes corren mayor riesgo de lastimarse", destaca.
¿Que tratamientos existen para disminuir los efectos de la pirotecnia en animales?
Las terapias clásicas incluyen dos abordajes: por un lado lo que se denomina estrategias cognitivo-conductuales y por otro los tratamientos farmacológicos.
"Las estrategias cognitivo-conductuales están basadas en la desensibilización gradual y la asociación del estímulo con experiencias positivas. El problema es que resulta difícil reproducir el estruendo real de la pirotecnia, por lo que el avance suele ser limitado", señala Nicolás.
"Además también existe el tratamiento farmacológico, que incluye sedantes y ansiolíticos como las benzodiacepinas. Estas terapias buscan inhibir el estado de alerta y reducir la percepción del miedo", concluye.
Sin embargo, sedar al paciente trae varias limitaciones: la acción puede ser impredecible, de corta duración y dejar períodos de desorientación que empeoran la experiencia. Por otro lado, los sedantes y ansiolíticos también requieren que el animal esté sano a nivel renal, cardíaco y hepático, ya que pueden alterar estas funciones.
Además, algunos fármacos limitan la capacidad de aprendizaje, lo que impide que el animal genere nuevos recuerdos positivos. Esto obliga a repetir el tratamiento año tras año sin lograr avances reales", remarca Nicolás.
¿Cómo funciona el cannabis frente a los efectos de la pirotecnia?
Cómo sucede en muchas patologías y en el organismo humano, el cannabis actúa modulando el sistema endocannabinoide, que interviene en la respuesta de alerta, los estados emocionales, la memoria y los efectos del estrés sobre el organismo.
"El objetivo de la terapia con cannabis no es sedar al animal ni inhibir sus emociones, sino bajar la intensidad del estrés y llevar la respuesta de fobia a un nivel manejable de miedo, donde pueda ser contenido por el tutor" detalla Nicolás. "Al estabilizar el sistema emocional, se facilita la creación de nuevos recuerdos y rituales que permitan superar el trauma. El objetivo es que el animal siga percibiendo su entorno, pero sin caer en una crisis".
.¿Cómo se dosifica el cannabis en estos casos?
"A diferencia de los sedantes tradicionales, las dosis de cannabis no se establecen por kilo ni por instrucciones fijas" señala Nicolas. "Con preparaciones full spectrum, cada organismo responde de manera distinta, por lo que es necesario encontrar la dosis adecuada mediante pruebas previas al evento".
Tal cual sucede en humanos, puede ocurrir que dos animales del mismo tamaño requieran cantidades muy diferentes para generar efectos similares. "No es un tratamiento para empezar a último momento, se necesita tiempo para ajustar dosis y protocolo" recomienda el profesional.
¿Qué precauciones generales deberíamos tener?
"Aunque el cannabis es una terapia segura, no está exenta de efectos no deseados. La principal precaución es iniciar la prueba con suficiente anticipación para evaluar la respuesta individual".
Debido a la alta variabilidad entre aceites, concentraciones, calidad y quimiotipos de la planta, Nicolás recomienda trabajar con un veterinario formado en cannabis medicinal, para evitar problemas y frustraciones.
"Los riesgos más comunes son usar productos de baja calidad, sin concentración real, quedarse corto en la dosis por desconocimiento o miedo o juzgar que no funciona cuando en realidad está mal aplicado" advierte.
¿Qué efectos produce el cannabis y cómo me doy cuenta que la dosis es correcta?
La señal más característica es un cambio hacia un estado emocional equilibrado. "El tutor suele notar que el animal está más conectado, presta más atención, busca contacto y responde mejor a la contención" explica.
"Desaparecen los signos de crisis como temblores, jadeo, taquicardia o pupilas dilatadas. Puede mantenerse cierta inseguridad, pero ya sin desbordes ni pánico".
¿Y si nos pasamos de dosis, cómo nos damos cuenta?
"Puede pasar en relación al THC, si nos pasamos de dosis, puede aparecer un estado de ansiedad y desorientación", explica. "Si bien sabemos que es seguro, que no deja secuelas, que depende de la dosis, y que en la gran mayoría de los perros puede generar un efecto relajante, en algunos casos puede no ser favorable", aseguró.
"Y no sabemos, no tenemos forma de saber en cuál le va a hacer bien, en cuál le va a hacer mal, a qué dosis le va a hacer estar bien o a qué dosis aparecen los efectos no deseados, por eso es tan importante el acompañamiento, la confianza y seguridad de qué preparado estoy usando y un protocolo adecuado, identificando cuál es la dosis terapéutica efectiva en cada paciente", concluyó Nicolás.


