El titular del área de Derechos Humanos de Gualeguaychú, Matías Ayastui, confirmó la grave denuncia y dio detalles de la situación.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Ayastui confirmó que “hay una denuncia que se radicó en Fiscalía el 29 de julio pasado en la que se plantean situaciones que van más allá de lo que se conoce como apremios ilegales o vejaciones y que se inscriben dentro de lo que el protocolo facultativo de Naciones Unidas califica como torturas”.

Especificó que “se trata de la denuncia de un joven que estaba siendo perseguido por fuerza policiales de la ciudad, ingresa a un domicilio particular donde lo detienen, lo golpean con golpes de puño y un culatazo, lo amenazan de muerte, y le practican lo que se conoce en la jerga como “submarino seco” que es la colocación de una bolsa de nylon en la cabeza hasta generar un principio de asfixia, y eso se reitera en tres ocasiones”.

Apuntó que esta denuncia “está siendo investigada por la Fiscalía de la ciudad” y “enterados de esto nos pusimos en contacto con todos los actores: el fiscal, la familia del joven y diferentes instituciones para tratar de acompañar y esclarecer todo esto, ya sea para deslindar responsabilidades o para que no quede en la impunidad ni en la indiferencia, porque es un caso de una gravedad inusitada”.

En este contexto, sostuvo que desde el área “se intercambiaron con el fiscal diferentes informaciones, nos pusimos a disposición y le solicitamos una serie de medidas para que se tomen lo más urgente posible: en primer lugar el resguardo de la víctima ante posibles represalias para lo cual se pidió una perimetral que excluya el acercamiento del agente denunciado hacia la víctima; la constatación de las alegaciones y lesiones planteadas, y en cuanto a la fuerza que lleva adelante la investigación, se pidió que no sea la misma policía la que realice las acciones de exploración o allanamientos”.

El funcionario explicitó que “los agentes apuntados son dos, uno de ellos que habría llevado adelante estas acciones y el otro que se encontraba en el lugar” y comentó que “hay un testigo que es un vecino pero que no vio la situación porque fue dentro del domicilio”. De todos modos, aclaró que “no está en discusión quienes son los policías ni si intervinieron o no, lo que se está investigando es si ocurrieron o no los hechos de tortura que fueron denunciados”.

Confirmó también que “el joven detenido tiene antecedentes y dos días después de que esto ocurriera firmó una probation, tiene también un problema de salud” pero no pudo decir “con exactitud, la cantidad de causas en su contra”.

En cuanto a la ocurrencia de este tipo de hechos en Gualeguaychú, Ayastuy afirmó que “los jóvenes pobres varones de nuestra ciudad, la provincia, el país y el Continente, por lo general son víctimas de tratos autoritarios, que en muchos casos se denuncian como apremios ilegales, y esto es verdaderamente preocupante”.

“Es una situación generalizada de uso autoritario por parte de fueras de seguridad que va en contra del profesionalismo que les reclamamos, pero en este caso la situación cobra una gravedad que es excepcional, porque desde que me toca estar a cargo del área de derechos humanos nunca habíamos recibido una denuncia por torturas”, sentenció.

Por último, sostuvo que desde el área no tomaron contacto con la ministra de Gobierno, rosario Romero: “No sabemos si la ministra está al tanto de este caso puntual; sí le hemos presentado informes por cuestiones relacionadas a las condiciones de detención de personas privadas de la libertad, pero por este caso no tomamos contacto porque la justicia está desarrollando la investigación por los canales que corresponden, los agentes han sido separados y hubo imputaciones”.

“Somos optimistas y creemos que los tiempos en que se van desarrollando en la investigación son acordes a las expectativas que tenemos”, concluyó.