Muchos de los barrios de la capital provincial viven un proceso de empobrecimiento y deterioro de los servicios. A pocas cuadras del centro, cientos de vecinos carecen de agua corriente, gas natural, energía eléctrica y cloacas. A eso se suma el peligro de arroyos que desbordan y barrancas que se desmoronan. Un informe especial del programa Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral) mostró la realidad de tres barrios de Paraná.

En Argentina, más de cinco millones de personas viven en barrios populares, villas o asentamientos. Los datos surgen del Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap). En todo el país hay 5.687 barrios carenciados.

Según datos oficiales, Entre Ríos cuenta con 212 barrios populares, 72 de ellos ubicados en la Paraná. La mayoría no cuenta con redes de agua corriente, gas natural, energía eléctrica y cloacas.

Un informe del propio municipio durante la gestión de Blanca Osuna como intendente, efectuado junto a organizaciones como Suma de Voluntades y el BID, alertaba sobre la necesidad de urbanización urgente en estos barrios.

Pero lo que está sucediendo en la capital de la provincia desde hace varios años es que muchos de los barrios considerados residenciales, que cuentan con algunos servicios básicos como energía eléctrica y agua e incluso tienen calles asfaltadas, están padeciendo un proceso de deterioro. Mientras se gastan millones en remodelar las plazas de Paraná, los vecinos de Barrio Capibá se inundan cada vez que llueve, y sus calles son intransitables.

En Barrio Las Chacras y Barrio 4 de Julio, ubicado en calles Almafuerte, Circunvalación y calle Francia al final, hay vecinos que hace dos años están a la espera del censo del Renabap para obtener certificados que les permitan conectarse al servicio de energía eléctrica con medidores comunitarios. Mientas tanto, la mayoría de las viviendas están enganchadas a la luz.

Las cámaras de Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral) mostraron cómo viven día a día los vecinos de la ciudad y ellos mismos lo cuentan en este informe… en la primera parte, vecinas de calle 25 de junio al final donde no hay clocas y la barranca está a punto de llevarse sus viviendas.

Otro de los recorridos fue en el barrio Escuela Hogar donde también el miedo es por los desmoronamientos constantes. Ya hay cinco familias que fueron relocalizadas y otras 15 esperan lo mismo…

Por último, el más castigado y olvidado de los barrios que recorrimos en esta oportunidad está ubicado en calles Estado de Palestina y Cura Gil Obligado, en el límite entre barrio Humito y Villa María, donde la gran mayoría de los vecinos viven del cartoneo y de changas.

El informe completo