Por Nahuel Maciel

(Desde Gualeguaychú)

El Carnaval del País vivió la segunda noche consecutiva del fin de semana largo, donde más de 20 mil personas llegaron hasta el Corsódromo para vivir la experiencia única de ser parte del mayor espectáculo teatral que a cielo abierto se desarrolla en el verano argentino.

La de anoche fue la séptima de las diez que están previstas y que convierten a la propuesta como el carnaval más largo del mundo.

Pero, ni el calor sofocante logró equipararse con la pasión y la calurosa bienvenida que tiene el público al llegar al Corsódromo y el que reciben las comparsas por parte de las tribunas.

A las 21:55, la inconfundible locución que ofrece Silvio Solari como la voz oficial del Carnaval, se hizo presente y logró en esa bienvenida la primera ovación de la noche. No es solo pronunciar el nombre de los clubes y las comparsas, sino hacerlo de tal manera que todos puedan sentir que están siendo testigos y protagonistas al mismo tiempo. Y eso lo logra Silvio Solari, con su estilo inigualable y que es parte de la identidad de un espectáculo que año tras año sabe de tradiciones e innovaciones.

Kamarr (Club Sirio Libanés) con “Chá, la revelación de la tierra” y dirigida por Adrián Butteri y Raúl Galarraga fue la encargada de iniciar la séptima jornada. Le siguió O’Bahía (Club de Pescadores) con su propuesta “Vuela”, y que es dirigida por Fabián Scovenna. En tercer lugar, desfiló Papelitos (Club Juventud Unida) con su temática titulada “Valkë, ser nórdico antiguo del oeste” y que está bajo la dirección de Juane Villagra. Y, clausuró la noche Marí Marí (Central Entrerriano) que ofrece su propuesta “Amanecer prometido”, bajo la dirección de Gregorio Fariña.

Presencias

En cuanto a las presencias (que no suman público, pero reciben reconocimiento) estuvieron disfrutaron del paso de las cuatro comparsas, el cantante L-Gante que estuvo viendo el espectáculo junto a un grupo de amigos, como así también el ex piloto de automovilismo Marcos Di Palma que lo disfrutó con su familia y la “Influencer” Sole Macchi.

Un espectáculo que es un acontecimiento cultural

El Carnaval del País tal como se desarrolla en Gualeguaychú es un acontecimiento cultural y al mismo tiempo un motor económico, una plataforma de desarrollo turístico y un sistema genuino de financiamiento para los clubes organizadores.

Se trata de un espectáculo teatral que se dirime en un escenario de 500 metros de largo por 10 metros de ancho, durante diez noches de verano (este año 4 en enero y 6 en febrero) y que se comparte en el primer Corsódromo del país que lleva por nombre “José Luis Gestro”, una designación que es todo un homenaje a ese maestro en el arte de celebrar la alegría.

Con una fuerte raigambre en los barrios y en todos los sectores de la ciudad, abarcando las más variadas disciplinas deportivas y con un innegociable compromiso con la educación formal, los clubes organizadores del Carnaval reflejan también una sólida identidad de Gualeguaychú. No es casual que este espectáculo sea reconocido por ser la nave insignia de la planificación de las temporadas de verano no sólo de la ciudad sino también de la provincia. Para que se dimensione: sin el Carnaval del País la temporada turística no sería lo mismo en cuanto a movimiento económico integral.

No es casualidad que esta propuesta artística que se conforma con el diálogo de las artes, todos los años actualice su mensaje siendo parte de una fecunda tradición de la sociedad gualeguaychuense. Una tradición que también permite innovar y que se transforma –todos los veranos- en uno de los mayores atractivos de la temporada: un movimiento cultural, un desarrollo artístico y una gran oportunidad para el crecimiento económico, eso representa esta organización que este año ha invertido casi 600 millones de pesos, a razón promedio de 150 millones de pesos por comparsa. ¿Quién invierte, quién arriesga 600 millones de pesos para que su beneficio sea el del conjunto de la comunidad? Solo los clubes organizadores del Carnaval del País. Nadie más.

Se trata de un presupuesto que demanda una gran ingeniería financiera y económica, y al mismo tiempo una celosa como transparente administración que redunda siempre en el mejor diálogo entre lo público y lo privado.

En este contexto, es importante dimensionar que, gracias a este esfuerzo y este compromiso, Entre Ríos no perderá a esta fiesta provincial y nacional por excelencia, por más que el Estado no siempre acierte en su mejor acompañamiento. Y eso también es válido para el Municipio, que no debería sentirse satisfecho con solo aportar el Corsódromo que es un bien de todos los vecinos.

El Carnaval del País es una gran fiesta colectiva por excelencia. Hasta aquí llegan los visitantes provenientes de los cuatro rincones, donde las personas se congregan para vivir una fiesta y ser protagonistas del encuentro que implica celebrar la alegría.

Detrás de lo que se ve cada sábado, hay como mínimo un año previo de arduo trabajo en los talleres, en las sedes de los clubes, en los galpones donde se construyen las carrozas y en cada barrio donde las cuerdas de los tambores hacen sus ensayos de batucada. Cientos de artistas se movilizan tras la convocatoria de una dirigencia que dedica innumerables horas para este espectáculo, casi todas a tiempo completo y todos “por el amor a la camiseta” que cada uno se ha comprometido sin recibir nada a cambio, salvo la satisfacción de una comunidad que se expresa agradecida.

Y hay que insistir por si todo esto fuera insuficiente: gracias a estos esfuerzos y al acompañamiento del público, parte de lo producido en el Carnaval se lo destina durante todo el año a financiar las escuelas públicas de gestión privada que cada club ha sabido fundar y que hoy son un faro para la educación en la ciudad.

Beneficios

Para hoy, la Comisión Organizadora decidió beneficiar a la comunidad del Departamento Gualeguaychú con un descuento del 50 por ciento en el precio de las entradas generales. Para obtener este beneficio es necesario presentar en las boleterías el DNI que acredite que el domicilio está radicado en el Departamento Gualeguaychú, del mismo modo que la compra debe realizarse de manera presencial en las boleterías del Corsódromo.

Este lunes, la boletería permanecerá abierta desde las 9 hasta el cierre en horario de corrido. Mientras que, desde el miércoles al viernes, el horario será de 9 a 13 y de 17 a 21; y el sábado 17 de febrero como el 24 de febrero abarcará el horario de 9 hasta el cierre.

Además, ya está vigente la venta de las entradas para la Fiesta de la Elección de la Reina que se realizará el viernes 16 de febrero en el Corsódromo donde, también, se podrá disfrutar de los espectáculos musicales de “Clavarinhos” y “Hacelo Samba”.

Un producto generoso

El Carnaval es un producto generoso que atrae al turismo interno, nacional e internacional. Curiosamente, su identidad no es exportable, aunque su estética esté construida en el diálogo de las culturas y se nutra de las más diversas artes dominado un lenguaje casi universal.

El mercado con su proverbial salvajismo que siempre anula al más débil; la tecnología que es propensa a marginar a las generaciones que no suelen adaptarse, no pueden superar ni equipararse al ancestral ritual que implica el encuentro celebratorio. Mucho más cuando en ese encuentro celebratorio prevalece el interés general de la población. El Carnaval del País tiene en la comunidad a su mejor entidad.

Kamarr: “Chá, la revelación de la tierra”

La comparsa del Club Sirio Libanés, es dirigida por Adrián Butteri y Raúl Galarraga y fue la que inauguró la séptima noche.

Lo hizo bajo la consigna que la vida es una sola, que la vida es una fiesta y es un carnaval para compartir entre amigos y familia.

Como siempre, su escuadra de apertura inaugura una narrativa que lleva a la evolución de la humanidad y propone un diálogo donde la tecnología y la naturaleza sostienen como un encuentro. No es desarrollo versus ambiente, sino desarrollo y ambiente.

A la apertura con su centralidad también en el agua como elemento vital, le siguió la metáfora de las primeras células y más tarde en esa cadena evolutiva a los ancestros primitivos.

Con un despliegue parejo, equilibrado, la Azul y Negro logra como respuesta del público una ovación a manera de reconocimiento.

Especial mención a su carroza de los músicos, donde la banda “Caravana de Carnaval” bajo la batuta de Hernán Archaina y Guido Videla, hacen deleitar hasta el delirio a las tribunas. Su ornamentación es otro logro estético. Cada detalle suma contenido a la propuesta con sus cueros, sus pinturas rupestres, sus emblemas a manera de códices (que son escrituras anteriores a la imprenta) y cuyo escenario sonoro –casi como en un diálogo- da lugar a la batucada.

La batucada “Las Audaces” está integrada solo por mujeres y ofrecen tal vez uno de las mejores propuestas en su rubro, con una energía que remite a ese diálogo de cuerdas de tambores que revive el vínculo de África con América.

O’Bahía: “Vuela”

La comparsa del Club Pescadores es dirigida por Fabián Scovenna. Tiene una impronta lúdica desde el inicio no sólo con sus máscaras encendidas, sino también con los “avioncitos” de papel que son arrojados a las tribunas acaso como una invitación a “volar” hasta llegar a los mejores sueños.

Indudablemente, anoche mejoró de manera ostensible con un desplazamiento alegre y a ritmo de la banda sonora “Bahiana Carnaval”, que está dirigida por Brian Badaracco y Lucas García Gaitán. Sus temas “Abre Tus Alas” y “Vuela” son coreados por igual ante un público tan diverso como heterogéneo.

Lamentablemente, el sonido no lo ayudó y en dos oportunidades se percibieron desperfectos notorios, aunque en ambas situaciones se logró superarlas sin lesionar demasiado a la propuesta artística.

Es indudable que esta vez el sonido no los acompañó a pesar del gran esfuerzo desplegado en la pasarela. Sin embargo, esta comparsa fue de menor a mayor- Y terminó se manera sublime, luego de una actuación impar de su batucada, con una alusión emocionante cuando la protagonista se sube al canasto de un globo aerostático y cumple su sueño de volar hacia ese carnaval que es metáfora de la vida misma.

Papelitos: “Valkë, ser nórdico antiguo del oeste”

La comparsa bicampeona del Club Juventud Unida es dirigida por Juane Villagra. Cuando a las 00:01 hizo su aparición en la pasarela, la ciudad pareció despertar. Está claro que ha mejorado de manera ostensible su última presentación del sábado pasado, con una apertura mucho más dinámica y armoniosa.

El sonido esta vez no tuvo tropiezos técnicos e incluso se dieron el gusto de hacer cantar a las tribunas a capela, que es una respuesta de fidelidad de un público que se sumó como en un coro.

Papelitos anoche se exhibió compacta, es decir, unificada en su diversidad, aportando más contenido porque evitó la dispersión a la que estaba casi acostumbrada.

Marí Marí: “Amanecer prometido”

Bajo la dirección de Gregorio Fariña, la comparsa del Club Central Entrerriano anoche tuvo tal vez una de sus mejores actuaciones de esta temporada. Cuando el reloj marcó que había pasado un minuto de la primera hora de la madrugada, la Aplanadora hizo su aparición en escena “para que viva el carnaval”.

Realmente a pesar del implacable paso del tiempo en este espectáculo que demanda casi cuatro horas, Marí Marí logró despertar a un Corsódromo que se sumó con entusiasmo a una propuesta que logra ser percibida con nitidez.

Así como el entusiasmo de las tribunas fue la constante a lo largo de los 500 metros de la pasarela, el ímpetu de esta comparsa retribuyó con creces a un público que se mostró tan leal como participativo.

Marí Marí logró tal vez una de sus mejores noches de este 2024, al recuperar la memoria por una historia que la ubica como la súper campeona.

Desde el inicio, esa especie de aquelarre logra impactar en el público y la narrativa de cómo liberar la luz se hace más nítida, cuadro a cuadro.

Nuevamente dos actuaciones individuales aportan al conjunto y hacen brillar a la comparsa en su totalidad. Se trata de la realización coreográfica del niño Amir González Faiad como la de Silvana “Bombón” Fernandes. Ambos son un claro ejemplo de ese lucimiento individual que permite iluminar mejor al grupo. Se trata de la humildad propia de aquellos que son dueños de un talento que permite compartir el arte con sentimiento. No es solo un movimiento resuelto con técnica, sino la trasmisión de un sentimiento que se explica con la danza y el movimiento. A sus tiempos, ambos son maestros dando una clase de samba a cielo abierto.

A diferencia del sábado pasado, la carroza de los músicos esta vez no tuvo frenos ni apuros inoportunos. Así, la banda “Toque de Samba” dirigida por Martín Irigoyen también hizo cantar a capela a las tribunas, llevando esas voces hasta hacer latir al propio Corsódromo. Pocas bandas musicales logran esa conexión con el público de manera tan íntima y tan colectiva al mismo tiempo.

Como se apuntó, la de anoche fue una de las más estelares para Marí Marí. La incógnita se impone: ¿le será suficiente las tres noches que quedan para mostrar su “Amanecer prometido”?

Reviví la séptima noche del Carnaval del País