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El mensaje de Urribarri al PJ: "La dirigencia está resignada y con los brazos caídos"

Urribarri en Gualeguaychú

El exgobernador Sergio Urribarri fue el orador central de un acto este miércoles con militantes en su retorno a Entre Ríos tras verse obligado a renunciar a su cargo de Embajador en Israel y Chipre por ser condenado por la Justicia por hechos de corrupción en una megacausa.

Urribari habló de pie, ayudado de un anotador con ideas que fue desgranando. Optó por un discurso de anécdotas sobre su vínculo con Cristina Fernández y Néstor Kirchner, la vicepresidente y el ex jefe de Estado que según Urribarri lo "probaron" desde el primer momento de su asunción.

Antes de arrancar, Leticia Angerosa, fue una de las militantes que recordó la idea de mantener "la lealtad". Entre los asistentes estuvieron algunos funcionarios del Municipio local, pero estuvo ausente el intendente Martín Piaggio. También participó el jefe comunal de Aldea San Antonio, Mauro Díaz Chaves y militantes peronistas, publicó R2820Radio.

En el análisis del contexto político actual, Urribarri atacó a Rogelio Frigerio sin nombrarlo, reprochó -también sin mencionarlos- a Gustavo Bordet y Enrique Cresto falta de convicción para ganar las elecciones y destacó sus logros en ambas gestiones al frente del Ejecutivo entrerriano.

"De la crisis de 2008 salimos como ahora se debería salir: recorriendo la provincia y hablando cara a cara. Les recuerdo que después de hacer eso, en 2011, ganamos en Gualeguaychú un 65,2 por ciento las elecciones y logramos la reelección", puntualizó y señaló que "el mandato es entregarle la banda a otro compañero peronista", como un mensaje, sin nombrar, al destinatario llamado Gustavo Bordet.

"Hay que cambiar la desesperanza y angustia que tiene la gente. Yo veo una parte de la dirigencia resignada y con los brazos caídos. Eso permite que vengan porteños a vendernos espejitos de colores. Ese porteño [por el diputado del PRO, Rogelio Frigerio] era uno de los principales funcionarios del expresidente Mauricio Macri que vino y arrasó con todo", señaló.

Sin pronunciar las palabras "justicia" o "causa", Sergio Urribarri eligió victimizarse respecto de su condena -de primera instancia- a 8 años por corrupción: "No fue gratis ir de frente contra los poderosos", reiteró varias veces como un mantra. "Nos odian y los poderosos pretenden que callemos. A pesar de la persecución, volví a mi tierra para ayudar a unir al Peronismo", enfatizó.

Pero al cerrar, otra vez, hizo un tiro por elevación a Bordet y quizás a muchos de los actuales gobernantes como el propio presidente Alberto Fernández: "No se pueden lograr cambios sino se tocan los intereses de los poderosos. Eso es lo que tiene que hacer un intendente, gobernador o presidente, como lo demostró Cristina o como lo hice yo pisando los callos de la patronal del campo".

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