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Se postergó el golpe

Por Hugo Remedi

Especial para ANÁLISIS

El comunicado rezaría más o menos en este tenor, la empresa comunica a clientes y amigos y sobre todo a los acreedores políticos del presidente Javier Milei que lamentablemente, por razones de fuerza mayor, se ha postergado el intento revolucionario de eyectarlo del cargo a través de un trastazo institucional popularmente conocido como golpe de estado.

Pasaron las fiestas de diciembre, las vacaciones veraniegas y la tan temida Semana Santa y el libertario sigue ahí “molestando”.

Pasó el Último tango en París, La Sociedad de los poetas muertos y la Copa América y Milei sigue ahí repartiendo irritantes “elogios” de los que le gusta prodigar a sus adversarios con ternura.

Pasó la aprobación de la polémica ley base, el veto a la ley de previsión social, las embestidas de la infantería K y sigue ahí, estoico.

Estallan los precios de a ratos, crecieron todos los indicadores sociales que asustan de modo terrible y el presidente “peluca” sigue ahí más encuestado que nunca.

Las provincias lloran y mendigan por un mango mientras sus “caudillos” flamean baba de rodillas a la par que maltratan sus territorios ya a punto de colapsar y Milei sigue ahí.

Los jeques provinciales se amontonan en caravanas de rejuntes para intentar consolidar mayor poder de fuego armando regiones (del norte, del centro, de cuyo, del sur, del litoral, del más allá, del centro gallego y de los amantes de júpiter) con resultados 0 igual a 0 y Milei sigue ahí exultante dando cátedra.

Los grandes partidos nacionales radicalismo y peronismo suman traidores a la alforja de LLA con una naturalidad criminal y el libertario “de alcance mundial sigue ahí.

Hay gente que visita más los basureros que los almacenes, se bajó al consumo de tercera línea, y cena a veces y Milei sigue ahí sin que el remordimiento sea una acepción que tenga a mano el “sensible” manual libertario.

Las familias viven mal, están empeñadas, crece la violencia el sindicalismo es menos creíble que el viejo de la bosa y Milei sigue ahí.

Y para cerrar la penosa retaguardia social, absolutamente huérfana de referencias con autoridad moral por el otro vértice aparece cada tanto la inefable Cristina Fernández para recordar nostalgias de contraste que no hacen más que oxigenar de modo funcional la gestión libertaria.

Claramente es casi de manual interpretar que cuando la voluntad de la gente parece sucumbir ante una realidad que tiene mucho de azote como la época de los caudillos pero más sofisticado claro está, aparece en público la ex montón de cargos, removiendo la modorra del pasado que pone a los sometidos por la realidad económica argentina presente, en plena ebullición de odio hacia un pasado al que se trasunta no se quiere regresar.

De allí quizás desembocar en una primera conclusión: por ahora es más fuerte el odio hacia el kirchnerismo y al peligro de su regreso que el vivir en el infierno económico de Milei...y acaso político también.

De arriba a abajo: Milei hace sufrir a los gobernadores y éstos se las hacen pagar a sus parroquianos, simple ecuación de resultado dramático. Todo sea por el déficit fiscal cero y su concurrente vinculante: futuro también igual a 0.

No es ventura racional promover ningún tipo de golpe institucional del modo que se lo quiera dibujar sino hallar el camino que conduzca a interpretar el verdadero porque el tejido social en un profundo acto de reflexión democrática no se sube a la gesta “impune” que en realidad promueven los “revolucionarios” de la pastilla del día después.

Curioso país este amigo que, discute de modo sangrante el pasado mientras sufre estrepitosamente el presente y pone al futuro en el destino de una rifa. Y todo sin contemplaciones.

Para el presidente Milei la realidad concreta es: Artículo 1º Déficit 0, Artículo 2º después vemos, Artículo 3º los costos de la batalla quedan a cargo de cada uno de los nacidos en tierra gaucha.

En lo que a nosotros concierne, nuestra provincia, hay que reconocerlo, el gobernador Frigerio lo ha dado todo o casi todo pero por ahora no ha conseguido nada.

Recurrentemente un amigo nos advierte siempre y desde la jocosidad que, “no lo hagan enojar más a Milei que después nos termina cagando a nosotros”...y ante ello hoy, me permito dudar si la máxima de este Jaimito es apenas una broma de ocasión.

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