(*) Por Colectivo de Trabajadores por la Ventana
El gobierno nacional ajusta las jubilaciones a pedido del FMI, y las provincias adhieren con sus propias reformas jubilatorias como el caso de Entre Ríos, con estado parlamentario. El mecanismo siempre es el mismo: endeudan al Estado para beneficio exclusivo del capital financiero, que son los tenedores de los títulos del Tesoro de la Nación, y esa deuda toma una magnitud que es imposible de pagar con los recursos corrientes, entonces los acreedores piden a cambio el patrimonio nacional, y exigencias como reducir las jubilaciones y pensiones al mínimo. Lo que pretenden es llevar a los jubilados y pensionados a percibir un subsidio miserable a la vejez, y expropiando a cambio sus históricos aportes para pagar una deuda externa usuraria, fraudulenta e ilegal que los trabajadores y el pueblo no contrajimos.
El asado presidencial que agasajó la infamia de los 87 farsantes, que el señor Presidente llamó “héroes”, pagados con los dineros que les niegan a las jubilaciones, más el primer mandatario, que actúa como mandante de sus propios deseos confesos e inconfesos, fue la contracara perversa de quien (quienes) se burla(n) de la víctima; aunque esa reunión en la costosa quinta de Olivos, puede ser un insumo importante a la hora de seguir escribiendo la cartografía de la democracia de la derrota.
Los cuerpos reprimidos, que llevan las marcas de sus propios pasados y de la crueldad estatal de ayer y de hoy (en muchos casos) son los portadores de los textos que hay que volver a escribir para que la historia de las minorías abusadoras del poder deje de ser la oficial. Al método autoritario de los gobiernos de degradación de las nuestras condiciones de vida lo enfrentamos con métodos colectivos dialógicos sometidos a las decisiones asamblearias, por eso la fuerza se hace ejemplificadora y tomó la forma de una didáctica de la resistencia a los palos, los golpes, a los gases de la infame “(in)seguridad” organizada en la “escuela” de barbarie. Todavía, las mayorías no hemos podido cambiar la clave epistemológica que ha permitido a las minorías decidir nuestros destinos. Tal vez la concientización para la emancipación de la que hablaba Paulo Freire no llegó al grado de madurez en la alfabetización política necesaria.
“La historia se repite dos veces, una vez como tragedia, la otra como farsa”, dijo el filósofo alemán, pasaron más de 30 años de la voracidad privatizadora menemista y más de 20 del argentinazo de 2001 contra el gobierno del radical, Fernando de la Rúa y no casualmente, con Patricia Bullrich en el rol de ministra de Trabajo, bajando el 13% las jubilaciones y con Cavallo otra vez en Economía.
Ya no está Norma Pla, pero su lucha se reaviva y multiplica. Desde los jubilados activos, con responsabilidad generacional, estamos haciendo docencia, nos retroalimentamos, hacemos historia desde nuestra propia historia-trayectoria y así se les da una lección a los sindicatos, cuyos trabajadores son despojados de derechos, también de manera sistemática y en muchos casos con la complicidad de los dirigentes, que la lucha por la emancipación es una sola; para eso hay que concientizar y politizar a la sociedad, como decía Freire, a lo que también agregaba que se necesitaba la unión de la reflexión y la acción a través de la praxis.
Es lo que estamos aprendiendo y aportando a esta rebelión. Sólo con la lucha, los paros, las movilizaciones los/as trabajadores/as conquistaron y defienden sus derechos. La huelga, enseña a los obreros a comprender cuál es la fuerza de los patronos y cual la de los obreros: enseña a pensar, no sólo en su patrono ni en sus camaradas más próximos, sino en todos los patronos, en toda la clase capitalista y en toda la clase obrera.
Las huelgas llevan dentro de sí, un sacrificio, un esfuerzo, una decisión de luchar, de pelear, de poner el cuerpo, alegrías que da la lucha.
Para finalizar esta entrega, citamos a Marx: “Sin huelgas y lucha constante, la clase obrera sería una masa descorazonada, débil de espíritu, desgastada, entregada”.
(*) Colectivo docente en la Agrupación Multicolor