
Este miércoles se confirmó el fallecimiento de Carlos Ismael Arrúa, el joven de 27 años que había sido baleado en el barrio San Agustín de Paraná durante la madrugada del 25 de diciembre de 2024.
La víctima, quien recibió cinco disparos, permanecía internada en estado crítico en la Unidad de Terapia Intensiva del hospital San Martín, donde finalmente perdió la vida debido a la gravedad de las heridas. El joven era hermano de Leonela Ledesma, de 30 años, asesinada de una puñalada a fines de noviembre en el barrio San Jorge. Por ese crimen está imputada Rita Bejarano (pareja de Fernández, acusado del crimen de Arrúa).
El ataque a Arrúa
El hecho ocurrió en la intersección de calles Galán y Los Ceibos, cuando Arrúa estaba junto a amigos en la vía pública. Según el relato de testigos, Pablo Alfredo Fernández pasó caminando, sacó un arma de fuego y disparó repetidamente contra la víctima. Uno de los proyectiles quedó alojado en el tórax, mientras que otros impactaron en el abdomen y una pierna.
Tras el ataque, la Policía identificó rápidamente al agresor gracias a las declaraciones de testigos y, con una orden de detención emitida por la jueza de Garantías Elisa Zilli, lograron localizarlo en horas de la siesta del 25 de diciembre. Fernández, quien fue sometido al dermotest y llevado a Antecedentes, quedó detenido en la Alcaidía de Tribunales.
Con el deceso de Arrúa, la situación judicial de Fernández se agrava significativamente, ya que enfrentará cargos por homicidio agravado. La investigación, encabezada por el fiscal Mariano Budasoff, continuará recabando pruebas para esclarecer los hechos y determinar la responsabilidad del acusado en este trágico caso.