
El ex represor era personal del Servicio Penitenciario Provincial, con desempeño en la Unidad Penal Nº 1 de Paraná como jefe de Seguridad, y murió sin ser juzgado. Estaba acusado de haber sido partícipe necesario en numerosos delitos considerados de lesa humanidad.
Está denunciado por entregar a los detenidos políticos a sus torturadores, realizando los traslados a fin de facilitar este accionar. Esto ocurría dentro del esquema clandestino para reprimir y eliminar, mediante el secuestro, la tortura y el asesinato, a los disidentes políticos, publicó Uno.
Puntualmente, se le imputa haber participado de los siguientes delitos: privación ilegítima de la libertad agravada por la especial calidad de funcionario público en abuso de funciones, mediante el uso de violencia y amenazas, aplicación de severidades, vejaciones y apremios ilegales, e imposición de tormentos, conductas agravadas por haber durado más de un mes, y homicidio doblemente calificado.
(Foto: Uno)