En la última conferencia del Servicio de Terapia Intensiva del Hospital San Martín sobre los accidentes en moto y las consecuencias por el no uso del caso dejó un dato novedoso que no corresponde a lo estadístico sino a lo presupuestario. Un conductor que fue derivado al nosocomio público por haber sufrido un accidente grave, al Estado le puede llegar a costar 500 mil pesos. La cuenta la sacó el jefe del servicio, Guillermo Grieve, en el habitual encuentro con periodistas que se hace cada tres meses.

“El costo de un paciente, para que tengan una idea, es el siguiente: un joven que ingresa en quirófano, lo primero que se le hace es ponerle un catéter ínter cerebral. Ahí, entre otras cosas, ya gastó 10 mil pesos en el primer día. Una cama de terapia intensiva tiene un valor de 5 mil pesos por día. A eso hay que sumarle el catéter intercraneal, que sale 15 mil pesos. A eso hay que sumarle una neurocirugía que cuesta 40 mil pesos. A partir de ahí, diariamente en terapia va a consumir entre 5 mil y 8 mil pesos. Cuando sale de terapia el costo baja a 3 mil pesos y cuando va a rehabilitación, a 2 mil. Un paciente con una lesión grave puede llevar una rehabilitación de seis meses. Si sumamos todo eso, el costo mínimo de un accidente puede ser de 250 mil pesos y los más graves de 500 mil”. Así lo detalló Grieve, sintéticamente, ante la consulta de El Diario acerca del costo que el Estado debe enfrentar, cuando no se toman medidas para tratar de evitar los accidentes o atemperar sus consecuencias. El galeno aprovechó para extenderse y dar cuenta de “los buenos momentos” que hubo cuando el control a los motociclistas era “una verdadera política”, lo que en la actualidad ya no ocurre, observó.

Grieve reveló que el uso del casco disminuyó al 65 por ciento los accidentados . Ese es el dato duro del informe estadístico trimestral y anual sobre atenciones por accidentes de tránsito.

“Han disminuido drásticamente los controles vehiculares y eso es lamentable porque fueron efectivos y lo dejaron de hacer”, se quejó el jefe de la Terapia Intensiva. Según argumentó, fueron los operativos vehiculares “los que salvaron decenas de vidas. Si se hubieran seguido haciendo habrían podido salvarse de lesionarse 46 chicos en la ciudad y pudo evitarse la muerte de 15, lo que representa que unos 60 chicos no hubieran atravesado esas situaciones”, sostuvo.

Números

“No hay antecedente de una medida en prevención en salud en la ciudad que haya evitado 15 muertes y 45 lesionados”, resaltó Grieve.

De acuerdo a la estadística anual desde septiembre de 2014 a 2015, es decir desde que los controles policiales fueron disminuyendo de forma gradual según Grieve, “con el promedio de 110 accidentes anuales y su descenso a 64 y el promedio de muerte de 30 y su descenso a 15. Estos promedios fueron aumentando en el número de accidentes y de muertes desde septiembre a diciembre de este año, y eso se debe exclusivamente a la falta de control”, insistió.

Sobre el uso de casco, Grieve detalló: “Llegamos a tener un promedio de 85 por ciento de uso de casco, bajamos al 65 y actualmente, en este trimestre, es del 60 por ciento”. Para el profesional el promedio de uso de casco ideal sería un 70 por ciento, pero no se está dando. Además, el casco debe ser el “adecuado y puesto de la mejor manera. No el casco en el brazo, ni puestos a mitad de camino, sin colocar el cabestrillo”, advirtió.

De los 64 accidentes registrados desde enero al día de ayer, 10 motociclistas llevaban casco, pero sin cabestrillo, lo que hizo que aparezca tirado a metros del conductor. “Un casco sin cabestrillo no es un casco permitido”, sentenció.
Grieve recordó que el casco adecuado es el “homologado de 3 a 12 capas” y afirmó que los de dos capas y no homologados “no sirven”.

Desde el servicio de Terapia Intensiva instaron a renovar el compromiso provincial y municipal, porque no todos los departamentos acataron que “policías e inspectores municipales trabajen mancomunadamente para evitar que los chicos jóvenes se lesionen y se maten. Tardaron cinco años en darse cuenta lo que veníamos diciendo desde 2009, pero fue una experiencia muy positiva. Por qué no continuarlas”, se preguntó Grieve. Y reconoció: “Eso es lo que me preocupa”.

Según estadísticas, durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo, se registran entre 10 accidentes graves y de tres a cinco muertes. “A un mes de las Fiestas, les estamos pidiendo cordura, que empleen bien las motos, que circulen a una velocidad adecuada, que no se trasladen un número de personas mayor al número permitido, que no lo hagan embarazadas, que no consuman alcohol y que respeten las señales viales, pero sobre todo, que el uso de casco sea el correcto para evitar la muerte”, recomendó Grieve.

Foto: El Diario.