El conjunto de Paraná, al tener una diferencia que le permitía jugar con comodidad, no tenía la suprema obligación de salir a ganar. Pero más allá de esto, el elenco de Hugo Fontana se adueñó de la pelota y encontró enseguida la apertura del marcador. Es que a los dos minutos, un centro que cayó desde la derecha fue cabeceado por el defensor rafaelino, quien mandó la pelota al fondo de la red, para sorpresa de toda la gente visitante.

De allí en más, la pelota fue propiedad de la escuadra local, que buscó siempre el arco contrario. A lo largo del cotejo, los paranaenses tuvieron chances para estirar diferencias pero faltó un poco más de afinación en la puntería para gritar otro gol.

De Peñarol, solamente contaba con las ganas de llegar a terreno contrario y buscar el arco defendido por Roberto Galant. Pero la visita casi siempre chocó con la experimentada defensa local, que cuando se vio aceitada no tuvo fisuras ni pasó sobresaltos.

Además de tener la posesión del balón y buscar ese hueco que dejara tanto a Cáceres como a Suárez, listos para atacar o en todo caso, la llegada por sorpresa de Murgado por derecha o Albornoz por izquierda, el Mondonguero no podía terminar bien las jugadas que fabricaba. Faltaba esa pizca de suerte y certeza para dar el pase milimétrico que superara la defensa rafaelina.

Pero a los 39’ se decidió la historia del partido. Una serie de paredes que levantaron entre Horacio Cáceres y Pablo Suárez, fueron decisivas para que un disparo del delantero se enterrará en la red, patentara el 2 a 0 y sepultara la esperanza rafaelina de conseguir un milagro.

Luego de los primeros 45 minutos, el DT visitante movió el banco para darle mayor vigor a su ataque. Si bien hay que decir que Peñarol tuvo un par de llegadas más que en el primer tiempo, también es necesario resaltar que cuando el arquero Roberto Galant tuvo que intervenir, lo hizo muy bien porque tapó algunas pelotas de gol y mantuvo el invicto en estos 90 minutos.

Después, Belgrano controló el partido, sabiendo que a medida que el reloj hacía su trabajo, la clasificación estaba más cerca para el festejo hacia una nueva instancia, consigna Uno.