Los dirigidos por Sebastián Uranga fundamentaron el triunfo a partir de la concentración defensiva, la entrega y el regular aporte de sus protagonistas. A diferencia de otros partidos, Echagüe fue más consistente en su producción y lo mejor que tuvo es que no dependió de Aaron Williams y Sergio Ravina, sino que el trabajo en equipo fue decisivo.
El local arrancó con ciertas dudas, pero a medida que pasó el tiempo se fue acomodando. Dio vuelta la historia, dominó y hasta sacó una luz de 18 puntos en el complemento, ratificando su buena labor en el estadio “Luis Butta”.
El aporte desde el banco de los relevos fue determinante. David Oviedo, Sebastián Uranga Juniors y Kevin Hernández tuvieron un gran aporte. El base le dio otra cara al equipo desde la conducción, además de anotar 16 puntos. Uranga hijo tuvo un enorme tercer cuarto. Defendió y detuvo al extranjero visitante Lee Roberts, pero también en ataque entregó respuestas de suma utilidad. Y Hernández fue un guerrero muy importante en la lucha en los rebotes, faceta que el dueño de casa tuvo que corregir después de “regalar” segundas opciones.
El primer cuarto fue para Estudiantes, que jugó algo mejor. No obstante, el local empezó a dominar en el segundo chico, lo que le sirvió irse al descanso arriba 30 a 23. Lo mejor del local estuvo en el segundo tiempo, más que nada en el tercer segmento. Con personalidad, sacrificio y contracción al trabajo, Echagüe estiró diferencias. La defensa estuvo firme, en ataque se las ingenió para anotar y así entró al último cuarto arriba 53 a 38.
El Verde concordiense intentó la reacción, pero se encontró con un rival que siguió con fuerza y bien predispuesto. En la recta final, Maldonado y Ravina se hicieron cargo de las ofensivas del anfitrión, Uranga Juniors estuvo inspirado, Hernández no aflojó y así Echagüe se encaminó rumbo a una gran victoria, publica Paraná Deportes.
