Recién habían pasado dos minutos desde el pitazo inicial cuando el Bicho pegó el primer grito. Salcedo ejecutó un preciso tiro libre que eludió la barrera y se acomodó al lado del palo, ante una nula respuesta de Villar. El golpe sacudió al local, que fue por el empate sin ideas claras.
Ojeda les tapó dos pelotas picantes a Domínguez y a Carrillo, pero en la tercera llegada de peligro falló y lo debió salvar el mal criterio del árbitro Juan Pablo Pompei. El juez anuló el gol de Carrillo a los cuatro minutos por una inexistente falta en ataque sobre el arquero.
Desde el plano táctico, el Pincha apostó por un 3-4-2-1, que tuvo como novedad al debutante Coria. El ex Argentinos bajó mucho e intentó combinar con Verón, aunque la sociedad lució desajustes lógicos. En tanto, Mercado fue ignorado por la derecha y Domínguez tampoco escaló tanto por la otra banda. Todo terminaba en pelotazos largos, por su parte, la visita se abroqueló y dejó a Morales y a Salcedo en soledad.
Si la ventaja parcial era exagerada, el segundo gol de Argentinos fue una burla a los merecimientos futbolísticos. Barzola facturó de tiro libre a partir de otra floja reacción de Villar y festejó el 2-0. El Pincha, que parecía asfixiado por su propia impotencia, fue levantado por su gente. Gracias a una ráfaga increíble, hizo tres goles en ocho minutos y disipó las dudas que le nublaban la vista.
Mercado descontó a los 36’, tras un centro de Fernández por derecha y una pirueta de Domínguez en el otro costado. Carrillo igualó a los 40’, luego de tomar un rebote grosero de Ojeda ante un tiro fácil de Verón. Y a los 44’ llegó el desahogo: genial pase de Mercado entre los centrales rivales y definición de Fernández. En un puñado de jugadas, los de Russo hicieron más que durante la media hora inicial.
En el complemento, las urgencias fueron de Argentinos y la tranquilidad hizo cómplice de Estudiantes. A partir de la experiencia de Verón y el despliegue de Braña, el local administró fuerzas y le dejó la pelota a su inofensivo rival.
Cuando debió avanzar, el visitante no pudo explotar la habilidad de Hernández y Rius. Todo se resolvió con envíos muy largos para la dupla ofensiva, intentos fácilmente abortados por los centrales Cellay y Ré.
En consecuencia, el partido se tornó tedioso y la posibilidad de ver más goles parecía utópica. Sin embargo, las emociones llovieron en los últimos seis minutos. A los 39 minutos, el ingresado Leandro Barrera igualó tras un error de Villar en un remate desde lejos. Y un minuto después llegó el 4-3 definitivo a través de Mercado.
El resultado final le dio oxígeno a Miguel Ángel Russo, más allá de que su equipo aún está bastante lejos de la pelea por el título, y dejó a Argentinos Juniors sin entrenador ya que Pedro Troglio decidió dar un paso al costado.