“Cuando empezamos a hablar de violencia en Chajari, sabíamos a lo que nos enfrentábamos. Hoy, lamentablemente nos encontramos a un caso de femicidio en la ciudad, lo que no nos parece una noticia menor: si bien nos da más fuerzas para seguir trabajando, nos hace repensar la forma en que nosotras/os, la sociedad y las diferentes instituciones trabajamos con este tipo de problemáticas. Es difícil pensar que llegamos tarde. Preferimos pensar que aún falta mucho por hacer y que sin la ayuda de todas/os no podemos cambiar este tipo de realidades que nos hacen vulnerables”, comunicaron en un texto enviado a ANALISIS DIGITAL.
“Siempre decimos, que en los casos de violencia tanto la víctima como el victimario, sufren, pero lamentablemente siempre somos las mujeres las que perdemos la vida”, marcaron, y de inmediato propusieron: “Para poder terminar con esta desigualdad, hay que repensar los roles, construir nuevas familias, nuevos estereotipos que no sólo sean más democráticos sino que nos den igualdad de derechos pero por sobre todo que nos den la libertad de poder elegir con quien y cómo queremos estar. Sostener parejas que nos duelen, que nos hacen daño, nos convierten en esclavos, ‘nos hace violentos’”.
“La violencia no distingue de clases sociales, y se propaga, porque la violencia se aprende”, continuaron. “La única forma de no reproducir violencia, es informarnos, concientizarnos y por sobre todas las cosas, conocer nuestros derechos, no callar, hablar, pedir ayuda a familiares, amigos e instituciones que cuenten con la estructura para contenernos”, apuntaron.
“Desde nuestro lugar, seguiremos trabajando pero no podemos dejar de manifestar nuestro repudio a lo sucedido”, aseguraron, sin antes dejar de expresar las “condolecias a familiares y amigos” de las víctimas.