Escrita por el francés Laurent Baffie y estrenada hace siete años en Francia, Toc-Toc devela la intimidad de seis personajes que, atormentados por distintos Toc´s (Trastornos Obsesivos Compulsivos) coinciden en la sala de espera de un afamado especialista en el tema.

Pero una extensa demora del doctor generará una catarsis espontánea que dejará al descubierto las sintomáticas patologías de cada uno de estos ansiosos y particulares pacientes.

“Fue rarísimo -explicó Dayub- porque a pesar de que estuvo cortada la calle Corrientes, hubo tres elecciones en el medio, jugó Argentina, hubo cenizas y granizo y nada hizo no colgar el cartel de ‘No hay más localidades’. Eso es sorprendente para la carrera de cualquier actor”.

“Sé que acertar la razón del éxito es una batalla perdida, porque no lo vamos a saber nunca a ciencia cierta pero imagino que uno de los condimentos fuertes es la risa y que, además, produce cierto alivio para los pacientes”, contestó el actor consultado sobre los motivos del fenómeno que produjo Toc Toc.

Precisamente, el director del Bululú explicó que su principal temor al momento de encarar la propuesta, además de lo paradójico de desconocer el significado de la famosa sigla que alude a estos trastornos, era de qué manera mostrarlos sin que apareciera como una burla.

Sin embargo, admitió que “fue sorprendente ver la reacción de la gente, porque si bien la obra no llega a ser terapéutica sí es aliviadora, muchas personas que padecen de algo que no es fácil de comunicar encontraron una vía donde hablar el mismo código”.

Otro capítulo aparte merece el desopilante rol que interpreta Dayub, ya que hace un año se pone en la piel de un hombre que no sólo profiere insultos de manera imprevista, sino que además padece el Síndrome de Tourette, una patología que genera movimientos involuntarios, bruscos e intempestivos.

“Creo que hago uno de los papeles más difíciles de la obra porque el público desconoce las características de la enfermedad y eso juega bastante en contra, pero además se trata de un personaje grosero, violento, inoportuno”, indicó.

“De hecho -admitió- temía no poder hacerlo, porque estoy acostumbrado a que me reconozcan por la nobleza de los textos que encaro y en este caso se trataba de otra cosa, pero por suerte sentí una aceptación inmediata y eso me llenó de satisfacción porque era un rol con más riesgo de perder que de ganar”.

Pero la masiva aceptación por parte del público le permitió erigirse con el Premio ACE al Mejor Actor de Comedia, terna en la que competía -nada menos- que con Guillermo Francella y Alfredo Alcón.

“La lógica sería que ellos sean mejores comediantes que yo, porque lo son, pero está dentro de las cosas inexplicables que pasan con Toc Toc”, señaló el actor a Télam.