Personal de la División Delitos y Sumarios detuvo en la jornada de ayer al policía Carlos Pacú Ríos, quien era intensamente buscado luego que se lo vinculara con la venta de estupefacientes en la capital provincial. El hombre tenía pedido de captura de la Justicia federal tras el allanamiento producido el 5 de agosto en una vivienda de calle Sudamérica y Pringles. En la morada se ubicaron alrededor de 900 porros de marihuana y 300 gramos de picadura de esta droga.
El policía, que vivía en esa casa junto a otro hombre, logró escapar y desde ese momento se lo buscaba hasta ser localizado ayer en el barrio Paraná XVI . Ríos logró escapar cuando personal de Toxicología realizó un allanamiento en la finca. Ante esto, se lo imputó en la causa por comercialización de estupefacientes.
Una vez detenido el policía de 40 años que estaba de licencia en la Jefatura Departamental de Policía de Paraná, fue trasladado para ser alojado en la Unidad Penal 1 de Paraná.
En Sudamérica al 1909 se detuvo a un hombre de apellido Torres, quien también quedó ligado con la causa federal y luego de la imputación fue trasladado a la cárcel de Paraná.
Más droga
Por otra parte, según Uno, personal de la Dirección de Toxicología allanó en la tarde de ayer una vivienda ubicada en calle Pringles al 300. En el interior se ubicaron 70 porros fraccionados y preparados para ser comercializados y 70 gramos de picadura de marihuana.
Según informaron fuentes policiales se logró establecer que el dueño de casa era la persona que vendía porros a los alumnos en las escuelas de la zona.
Sin embargo la sorpresa de los policías fue que desde el Juzgado federal, pese a las pruebas y elementos recolectados, se dispusiera indagar en libertad al hombre de 26 años.
Una autoridad policial no disimuló el malhumor por la decisión del magistrado federal Aníbal Ríos, por no tomar la decisión de detener al acusado de la comercialización de drogas.