La secretaria General de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER), Marta Madoz, dijo que no es la primera vez que la departamental Concordia efectúa un pedido de revocatoria y que utiliza la palabra “traición”. Consideró que no saben aceptar las reglas de la democracia y que es con los congresales con los que deberían tomar medidas, no con la Comisión Central.

El pedido de revocatoria de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER), seccional Concordia, fue el detonante para que la titular de la conducción provincial, Marta Madoz, desembarcara en Concordia. Se reunió con los integrantes de la Agrupación Celeste en la Escuela Nº 11 “Basavilbaso”, donde dio a conocer su opinión por la situación que se generó en el gremio a partir del último Congreso, cuando se decidió el inicio de clases.

En diálogo con El Sol, Madoz dijo que su presencia en Concordia estaba relacionada con un grupo de docentes que manifestaron estar preocupados “por la falta de información y por lo que significa la propuesta y estrategia del último Congreso, como así también por la caravana educativa”.

Aunque no se movió del establecimiento ubicado en La Rioja y Antonio de Luque, la dirigente gremial consideró que de esta manera se palpan otras situaciones. “La infraestructura (de la escuela), la problemática del transporte y demás, que son las demandas que los compañeros realizan y, además, una alarma, sin duda, de docentes que han estado en Paraná y pidieron mi presencia”.

Cuando se le preguntó a Madoz si la falta de información se debía a una negligencia del gremio local, la titular de la conducción provincial optó por ser cauta en la respuesta. Dijo que por parte de los docentes había preocupación por lo que percibirán en el sueldo de marzo, por cómo se forma el salario y por cuál será el debate en la comisión de negociación. “La propuesta de los 700 pesos de salario inicial, conformado nacional y provincialmente, es un hecho; a partir de esta suma la negociación se instala para blanquear montos que permitan recuperar el nomenclador”.

La gremialista sostuvo que la medida de fuerza quedó en suspenso en el último Congreso luego de un día de análisis, donde doce departamentos llegaron a Paraná con el mandato de iniciar el ciclo escolar, además de modificar lo que respecta al tiempo y estructura de confrontación. “La continuidad y la profundización de la lucha continúa en lo que es la caravana educativa, para que la infraestructura y las condiciones pedagógicas sean una demanda de toda la comunidad, de todos los sectores”, explicó Madoz.

“A los padres les debe interesar que en la escuela tengan banco, transporte, matrícula y comedor; estos son los temas que vamos a demandar en el ámbito de la negociación, como así también lo que significa la Caja de Jubilación y cuanto es el impacto en el sector de los jubilados. Todos estos puntos, a partir del lunes, se discutirán en el ámbito del ministerio de Economía, y cuando se defina la paritaria, que es otra de las condiciones que puso el Congreso, también serán profundizas estas condiciones para que, en la resolución del conflicto, que no es a corto plazo, se pueda alcanzar una mejor distribución para la inclusión de alumnos y docentes, una etapa que tenemos que pelear en los términos nacionales y provinciales. Este presupuesto es totalmente insuficiente para dar respuesta a una escuela de calidad”, advirtió.

Y aclaró que “quien evalúa lo institucional es el Congreso, que es el ámbito y el órgano soberano de la conducción central”.

Asimismo aseguró que “el término traición era bastante usado por esta seccional” y lo consideró “peyorativo”. Explicó luego que “las asambleas son las que mandatan a sus congresales y en todo caso, a los congresales, son a los que deberían estar pidiendo hoy por hoy la revocatoria, porque el Congreso es el órgano que ha votado y ha determinado el inicio de las actividades con un tiempo de negociación”.

A renglón sentido, confesó que no le molestaba el pedido de revocatoria de la departamental Concordia y acotó: “no es la primera vez que hace este desplante. En el congreso del 27 de mayo (de 2003) sucedió lo mismo, hubo un retiro de congresales porque no se garantizaban los 91 millones de pesos que también fueron parte de una negociación, donde se abrió una paritaria entre el ministerio de Educación (de la Nación), la Provincia y el sindicato. En ese momento no era confiable ni la palabra del ministro de Educación y mucho menos cuando llega el presidente electo al propio Palacio de Educación, pero con ese gesto hubo 91 millones, a partir de lo cual, con un gobierno autoritario como el de (Sergio) Montiel, se recompuso el salario, las asignaciones familiares y el sueldo anual complementario. Por lo tanto, en ese momento no se traicionó la lucha sino que se cambió la estrategia”.