El pasado jueves 13 de julio se llevó a cabo la inauguración del Centro Cultural Casa Encendida ubicada en calle Andrés Pazos 179 de Paraná. Se trata de un nuevo espacio que se posiciona en respuesta a la alta demanda del sector cultural en Paraná.
Participaron del acto de inauguración diferentes trabajadores y trabajadoras del ámbito local, como así también referentes de otros sectores de la sociedad, la política y los medios de comunicación, entre otros. Casa Encendida pertenece a la Cooperativa de Trabajo Rizoma Cultura Emergente LTDA, y fue su presidenta, Ile Almirón, la encargada de brindar las palabras alusivas.
Casa Encendida se presentó como un espacio donde confluyan el sentido de producción, exhibición, acceso, y distribución de la cultura; como así también un lugar que viene a aportar a la formación y fortalecimiento de proyectos culturales, facilitando recursos, capacitación y apoyo a las y los trabajadores de la cultura. Durante el acto de apertura, la presidenta del centro y de la Cooperativa Rizoma Cultura Emergente, Ile Almirón, comenzó su discurso diciendo : "Casa Encendida no es sólo la suma del sustantivo y adjetivo, es la síntesis de un proceso de discusiones y reflexiones; un modo de gestión que nos caracteriza y que dialoga con los valores y con la mirada del modelo en el que creemos, no solamente un modelo eficiente y democrático sino de gestión económica y valor agregado que generará un gran aporte al trabajo cultural en Paraná".
Asimismo, destacó: “Este es un sector, donde afortunadamente se encuentran y se entrecruzan todos los sectores al mismo tiempo, y hoy lo vemos acá con actores y actoras del Estado, del sector privado, del sector popular, porque nos necesitamos para lograr ese intercambio en armonía, equidad y acuerdos genuinos para el desarrollo y la producción local". También enfatizó en la unidad de todos los actores de la sociedad: "Entendemos que nos necesitamos entre todas y todos: se necesita de un Estado presente que facilite políticas culturales promoviendo y acompañando los modelos autogestivos y cooperativistas. Asimismo se necesita del sector privado, inversionistas que confíen en la producción cultural que generan los trabajadores locales y regionales. Y también estos sectores necesitan de los trabajadores autogestivos, porque facilitan procesos y crean nuevos modos de organización. Son co-participativos en nuestra propia comunidad ayudando a disminuir la precarización laboral, promoviendo la autonomía ciudadana, generando fuentes de trabajo y producción, que enriquecen y dan soluciones a todas las partes.”. Y finalizó diciendo: "Las y los trabajadores de la cultura están comenzando a escribir una nueva página, dónde nuestra identidad sea reconocida, nuestra economía social sea fortalecida y nuestras comunidades sean inclusivas y participativas".
Por otro lado, el delegado del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) en Entre Ríos, Emiliano G. Tutau, quien participó en como invitado del evento, demandó “ Me parece que no hay que caretearla, que no hay que esconder nada, son momentos para que la política escuche [...] si hay algo de lo cual me gustaría ser parte y defender, es de los proyectos culturales que hacen tanto para reconstruir nuestra identidad en esta ciudad porque hay una gran ausencia de espacios culturales donde poder resignificar nuestros propios procesos”. Y luego agregó: “La mayoría de los actores y actoras culturales deben hacer escuchar su voz y, nosotros, los que participamos de la política, tenemos que comprender la dificultad de los momentos que atraviesa la cultura; las demandas, los acompañamientos y la responsabilidad del Estado que hacen falta para promocionar estos lugares, para que no solamente sean espacios para el turismo sino también espacios para la realización de cada uno y cada una de las paranaenses”
Este Centro Cultural anhela conformarse como un espacio arraigado a la cultura del Litoral, que busca afianzarse en estas tierras, sinónimo de emprendedurismo y naturaleza. Un lugar que preste los oídos a las voces de todos, todas y todes, cobijo de la cultura colaborativa y el cooperativismo como herramientas fundamentales en la construcción de espacios. No una mera caja de resonancia de discursos repetidos hasta el hartazgo, ni un receptáculo de eventos propuestos por las esferas hegemónicas.