El cerebro y la vista son los dos principales afectados en la práctica del boxeo. Aunque se trata de un deporte que tiene lados positivos, como la resistencia, la habilidad, o la potencia, sin embargo es "muy peligroso", y rechazado por las más prestigiosas instituciones médicas internacionales, que urgen su abolición, ya que su principal diana es el cerebro, llegando a ocasionar problemas irreversibles para aquel que lo practique.
Un médico neurólogo de experiencia se refiere a los problemas que ocasionan los golpes en la cabeza. Sin embargo el boxeo gana adeptos, no solamente porque es una posibilidad económica dentro de un deporte sino porque su entrenamiento sin subir a un ring mejora el aspecto físico y otorga posibilidades de defensa personal. Boxeadores de todos los tiempos hablan al respecto y defienden el deporte de la llamada “nariz chata”.
Palabra de profesional
El prestigioso neurólogo paranaense José Secchi, afirmó que “el boxeo es el peor deporte en cuanto a golpes que se reciben en la cabeza. Es un deporte donde el objetivo es dejar nocaut al otro. Y eso provoca una lesión funcional o estructural del cerebro. La secuela puede ser inmediata o con el tiempo. La gente del boxeo que venía a verme era porque tenían un nocaut y le exigían un electroencefalograma, pero se querían ocultar los resultados del mismo. Igual no es fino para mostrar todos los detalles de un golpe”.
El histórico pugilista Juan Carlos Portela, rival de Héctor Rohr en los 80, manifestó que “era un boxeo más duro, pero más vistozo. Otro estilo. Pero estábamos entrenados. Hacía unas peleas tremendas con el Zurdo Fernández, éramos muy amigos, pero de noche nos matábamos arriba un ring”, dice. Portela sufre de mal de Parkinson, misma enfermedad que padeció Muhammad Ali, boxeador estadounidense, considerado uno de los mejores de todos los tiempos. “La llevo bien, por ahí me cuesta hablar, pero camino bien. Camino, pero me abandoné un poco. Es una enfermedad común que puede tener cualquiera y me tocó a mí”, dice.
En ese sentido Ulises Lopez, ex campeón argentino y sudamericano de boxeo y actual entrenador en el club Ministerio de Paraná afirmó que el boxeo “no solamente saca el chico de la calle, sino te da conducta, y si tenés condiciones te puede dar una oportunidad en la vida. Es un deporte de alto rendimiento, y muy sacrificado. No es un deporte de riesgo, hay deportes más riesgosos. No es un deporte extremo. Tiene sus reglas”.
A Eduardo Mano de Acero Schneider le tocó pasar para una situación traumática siendo boxeador por cuanto fue sparring de pesos Pesados como Mole Moli o Dominguez. “Es un arte y lo defiendo. Lo sumé a mi vida y voy siempre por nuevos desafíos”, expresa quien trata ahora de iniciar su carrera de entrenador. “El boxeo me ayudó a superar situaciones límites. El boxeo puede dejar secuelas si no tenes buena alimentación y entrenamiento”, define.
El promotor de Boxeo en Ministerio, Roque Romero Gastaldo concluyó sobre el tema: “No lo definiría como cruel, el boxeo sacó mucha gente de la calle, siempre que tengan un entrenador que enseñe. Algunos se pelean en la calle, a las trompadas, en un gimnasio es donde se aprende”.