El miércoles pasado, el presidente del Uruguay, Luis Lacalle Pou, inauguró la Base Naval a orillas del puente internacional General San Martín, dotando de mayor protección a la pastera UPM Botnia.
Ilegal. Irregular. Pisoteando el Estatuto y el Digesto del Río Uruguay. Violentando todas las normas vigentes. Una vez más el Ejecutivo de la República Oriental del Uruguay violentó al río Uruguay, atropellando las normativas vigentes para construir un emprendimiento en la frontera con Gualeguaychú.
Se trata de las instalaciones de la Base Naval Capitán (Cuerpo de Prefectura) Luis Musetti, en Fray Bentos, frente a Gualeguaychú, que el miércoles pasado fue inaugurado con la presencia del presidente de la República Oriental del Uruguay, Luis Lacalle Pou.
El ministro de Defensa Nacional, Javier García, dijo que la obra, en la que se invirtió 1.500.000 dólares, garantiza el despliegue territorial, la descentralización y la presencia de la Armada en un punto estratégico. La pastera del proyecto Orion (UPM, ex Botnia) logró así ser custodiada por la Armada uruguaya, como si fueran siervos domesticados o colonizados por la apátrida empresa que además goza de impunidad al impedir el propio gobierno uruguayo que no sea siquiera notificada por la Justicia Federal en Primera Instancia de Gualeguaychú e Islas del Ibicuy en una causa por contaminación transfronteriza, publicó el diario El Argentino.
En la ceremonia de la ilegal e irregular inauguración participaron también el subsecretario de Defensa, Rivera Elgue; el comandante en jefe de la Armada, Jorge Wilson; el comandante de la Flota, Mario Vizcay, y los intendentes de Río Negro y Soriano, Omar Lafluf y Guillermo Besozzi, respectivamente, entre otras autoridades nacionales, militares y departamentales.
El mandatario saludó a los efectivos presentes y descubrió una placa conmemorativa de la ocasión, acompañado por los demás jerarcas, denominación que en Uruguay se emplea para señalar a los funcionarios políticos. Casi un calco de la ceremonia de inauguración de la letal y contaminante pastera UPM (ex Botnia).
Lo de siempre: violar la ley y negar la información
El 20 de abril de 2021 la Delegación argentina ante la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) se dirigió a la Delegación uruguaya en relación a una noticia periodística titulada “En 1 año habrá base naval en el puente San Martín”, solicitando el aporte de mayor información al organismo binacional que regula y es la autoridad sobre el río compartido. Como siempre, el gobierno uruguayo violó de nuevo y de manera sistemática todas las leyes, tratados internacionales porque nunca contestaron.
El negar la información y el avanzar a fuerza de los hechos consumados es una de las características de la mala fe con la que se conduce el gobierno oriental.
El ministro de Defensa uruguayo, Javier García, afirmó para oídos de los gerentes de UPM (Botnia) y para quienes quieren un río navegable más allá de la represa de Salto Grande, que la Armada mantendrá “una presencia potente y fuerte” en el cuidado de la soberanía nacional, en un curso fluvial clave, estratégico para la comunicación del país con la región. Explicó que las nuevas instalaciones pueden albergar hasta 100 efectivos y que los trabajos, de un año de duración, requirieron una inversión de 1.500.000 dólares.
La base posibilitará la custodia del río Uruguay y el combate al narcotráfico, el contrabando y la pesca ilegal en la zona, aseveró el ministro; pero en rigor es una presencia de disuasión también por el crecimiento malestar social que se acentúa todos los años por la presencia de la contaminante pastera UPM (Botnia), consignó el diario El Argentino.
Nada de lo que dice el ministro de Defensa tiene el rigor de la verdad y son palabras expresadas para disimular otras situaciones, porque lo que menos le interesa es la salud y la seguridad del río.
Prueba de ello que, al construir la base y el puerto, se debieron realizar trabajos de dragado del río, al menos en sus inmediaciones y la magnitud de esa labor puede afectar la navegación, especialmente porque nunca se informó qué se hizo o en dónde se depositaron las rocas y sedimentos que extrajeron en la operación de limpieza y ahondamiento. No es ocioso recordar que toda acción que se realiza sobre el río Uruguay debe ser comunicada con antelación a la CARU, justamente para determinar si puede producir o no un perjuicio sensible, tanto a la navegación como a la calidad de sus aguas. Nada de esto ocurre cuando de la República Oriental del Uruguay se trata.
El ministro de Defensa indicó que el referido espacio militar incluye dos helipuertos y dispondrá de lanchas Protector, adquiridas el pasado año, y que la capacidad de la edificación permitirá realizar despliegues de efectivos para atender emergencias en el Norte del país.
Presencia provocativa
El ministro de Defensa, Javier García, al referirse a la presencia de la Base dijo que la misma significa una presencia potente sobre el río Uruguay, y reafirmó la decisión del gobierno de continuar con el proceso de modernización de la Armada con la compra de los buques de patrulla oceánica (OPV).
Como se apuntó, la base está ubicada a orillas del río Uruguay, junto al puente general San Martín.
En su discurso, el ministro García dijo –como una ironía- que “estamos potenciando la presencia de la Armada Nacional en este curso clave de fluvial del Uruguay que nos une primero con nuestros queridos vecinos de Argentina y después más profundamente con la región y el Mercosur”, subrayó.
En rigor la idea original pertenece al ex ministro de Defensa uruguayo, Eleuterio Fernández Huidobro, conocido como “El Ñato”, quien -al ejercer ese cargo tanto bajo la presidencia de José Mujica como en la segunda de Tabaré Vázquez-, soñaba con militarizar la zona en defensa de la pastera UPM Botnia.
“Aquí en el litoral del río Uruguay, la Armada pasa a tener esta presencia que estamos viendo en su exterior y veremos prontamente su interior. Que se suma a su base principal en Montevideo, en el Sur del Uruguay, y a la base en la Paloma Rocha, frente al espejo oceánico del Este, el océano Atlántico”, sostuvo.
“Océano, Río de la Plata, Río Uruguay. La Armada pasa a tener una presencia potente y fuerte en el cuidado de nuestra soberanía, de nuestras comunicaciones, en la seguridad que brinda esta presencia y en las capacidades de despliegue para el resto del país desde esta base. Es el fruto del esfuerzo”, describió.
Sostuvo que se trata de “despliegue territorial, descentralización, presencia de la Armada Nacional, y al mismo tiempo, y hay que conjugarlo, con la necesaria modernización de sus medios”.
Señaló que “hoy aquí estamos viendo también una de las Protectors que llegaron el año pasado de Estados Unidos y que tuvieron una inversión para poder traerlas al país y tenerlas a punto para ayudar a patrullar nuestros cursos fluviales”.
“Una modernización que seguirá pronunciando próximamente y que es indispensable llevar adelante y que vamos a llevar adelante con la adquisición de dos patrulleros oceánicos en el futuro inmediato”, enfatizó.
El ministro dijo que “el Uruguay, que tiene una enorme pradera azul, como me enseñan los marinos, más grande que nuestra pradera verde, no puede regalar esta pradera azul sus riquezas, su soberanía, dejar de brindar la seguridad indispensable para que el crimen organizado no se despliegue como muchas veces se despliega por nuestras aguas y, por lo tanto, el sistema político no puede dejar de asumir sus responsabilidades”.
“Por eso, despliegue territorial, descentralización, medios navales y algo que es indispensable, poder tener todo esto para contener a nuestros oficiales jóvenes de la Armada Nacional, que por decenas pasan a retiros jóvenes, entre otras cosas por no poder llevar adelante su vocación y su misión por la falta de medios y por encontrar, legítimamente, mejores horizontes en otros ámbitos. Queremos que esos oficiales jóvenes que se formaron en nuestro país y en nuestra Armada, lleven adelante su misión para el país y para la Armada Nacional, donde tiene que hacerlo”, explicó.
Una vez más el Uruguay avanzó pisoteando la CARU, no informando sobre construcciones y dragados en el río Uruguay, contradiciendo todas las declaraciones de buena voluntad por una mayor integración y navegabilidad del río compartido y consumando otro despojo ambiental –y de soberanía- para el funcionamiento de la pastera UPM Botnia, resaltó el diario El Argentino.
Una Base Naval ilegal, construida violando el Estatuto y el Digesto del Río Uruguay, afectando a ese curso de agua compartido y acentuando su comportamiento de mala fe.