"La gente le ha perdido el miedo a todo, y Gualeguaychú tiene más de 150 casos activos, que son más que los casos en todo Uruguay", afirmó Garro. (Foto: diario El Argentino)
El periodista de Gualeguaychú, Luciano Garro, describió la situación de la ciudad tras la polémica y el enojo que suscitó la determinación municipal de volver a la Fase 1 de aislamiento para contener los contagios de coronavirus.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Garro dijo que “la gravedad de lo que se vivió el jueves en Gualeguaychú es tremenda porque estuvo a centímetros de ser una pueblada” y contó que “el Centro de Defensa Comercial había presentado un habeas corpus ante la Justicia Federal porque no había un decreto presidencial que respaldara la Fase 1 que había declarado el municipio la semana pasada”.
“Entre sábado y miércoles no hubo decreto y los comercios igual estuvieron cerrados por una decisión municipal que estaba floja de papeles y a raíz de eso se organizó un bocinazo de los comerciantes, en el que confluyeron el hartazgo y el cansancio de los más de 150 días de cuarentena, más la situación de salud y el desgaste de los comercios que económicamente ya están agotados”, comentó.
En ese contexto, Garro relató que un grupo de comerciantes autoconvocados de la ciudad, con respaldo del Centro de Defensa Comercial e Industrial, realizó una caravana por las calles céntricas en la que hubo “unas 30 cuadras de vehículos” para rechazar la nueva fase de aislamiento. Recorrieron la ciudad con bocinazos y con la consigna “Basta de mentiras” y “Que nos dejen trabajar”.
La mayor tensión se produjo cuando los manifestantes quedaron bloqueados por la Policía durante unos 45 minutos. A la altura de calle Urquiza y Magnasco, sucedió un hecho curioso, un vehículo del tipo utilitario 0KM de la Municipalidad que encabezaba la caravana detuvo su marcha, el conductor y su acompañante se bajaron, abrieron el capó y se retiraron del lugar.
Este acontecimiento detuvo en seco la caravana, y tuvo que desviarse por calle España, para continuar por calle Bolívar para desembocar sobre la plaza Urquiza. Allí, la Policía repentinamente comenzó a bloquear con patrulleros y motos las cuatro esquinas y unos 100 comerciantes que participaron en la protesta y conductores ocasionales que pasaban por allí, quedaron atrapados dentro del retén policial, que también contó con la colaboración de Tránsito Municipal.
El periodista acotó que el operativo estuvo a cargo del jefe de Operaciones, Ramiro Urroz Denaday, que es el tercero a cargo ya que el jefe de la Departamental, Alejandro Hormaechea está con coronavirus positivo y el subjefe César Primo, está aislado.
“Durante la movilización se escuchó a alguien decir que la orden era de la Justicia Federal, pero el juez les comunicó que no estaba enterado de la situación, lo que generó más desconcierto todavía. Finalmente esta mañana el subjefe confirmó que la policía se trasladó al municipio por un llamado del intendente Martin Piaggio. Fue el propio intendente quien hizo la denuncia telefónica a la policía”, apuntó.
Por la noche Piaggio se reunió con los comerciantes para explicarles la situación y se bajó un poco la tensión, pero a primera hora del viernes el subjefe de policía encendió de nuevo la mecha al confirmar que la Justicia Federal ordenó el inicio de una causa para saber quién ordenó el operativo policial.
Por otra parte, sostuvo que “la Fase 1 se respeta a medias, se ve en las zonas del Parque Unzué y en los paseos pero en el centro no se cumple demasiado” y reveló que “hay un compromiso de las autoridades de autorizar cierres y habilitaciones de actividades en 24 horas”.
“El cumplimiento de la Fase 1 se notó solamente en la Costanera, donde se pusieron efectivos policiales en los ingresos al Parque Unzué porque hasta ahora era un viva la pepa, con partidos de fútbol, gente haciendo gimnasia y mucho descontrol, pero en general hoy la Fase 1 es sumamente relajada”, describió.
Agregó que “disminuyó la cantidad de gente en la calle pero las reuniones sociales y las fiestas clandestinas siguen como antes, y hubo muchas en este tiempo”.
En ese marco, opinó: “Estamos en el peor momento sanitario porque todos los hospitales públicos y privados están agregando camas por todos lados, se desbordó el sistema de salud en cuanto a las camas de internación en varias oportunidades y no hay datos certeros de lo que pasa en las terapias intensivas”.
Comentó que “el martes se registró la séptima muerte en Gualeguaychú, de un empresario conocido de la ciudad que había sido internado con Covid-19 en un sanatorio privado, y esa muerte se oficializó recién ayer. Se tarda mucho en oficializar las muertes en una ciudad donde se conoce muy rápido toda la información y esto es lo que hace dudar a la ciudadanía de los números reales”.
Reiteró que “el planteo de los comerciantes es que no hubo hasta el momento ningún contagio por la actividad y la realidad es que los comercios han cumplido con todos los protocolos: la gente hace colas en la calle, nadie ingresa a los locales, hay plásticos que impiden el contacto, y por eso el planteo es que no se puede vivir con los comercios cerrados si se cumple con todo y que se debería poder convivir. Piden flexibilizar la apertura de los comercios por eso en esto se mezcló el hartazgo y el cansancio con la grave situación económica”, resumió.
Por último, dijo que “la gente le ha perdido el miedo y ya no se sorprende por la cantidad de casos positivos ni por nada; Gualeguaychú tiene más de 150 casos activos, que son más que los casos en todo Uruguay y se está comparando una ciudad de 100.000 habitantes con un país de tres millones”.