Lo que mal comienza mal acaba reza el dicho popular. Pero Newell’s no le hizo caso y buscó probar que no siempre es así. De la mano de un Ricardo Noir intratable se hizo fuerte para remontar un 0-2 y lograr la primera alegría del campeonato. Belgrano, que empezó para vivir una fiesta, terminó con bronca porque aún no pudo ganar en lo que va del torneo.

Lo tenía perdido la Lepra, porque entró dormido o encandilado con el sol que caía sobre el estadio. Antes del cuarto de juego ya estaba 0-2 y lo más preocupante era su actitud en el campo. Turus y Maldonado, que dibujó un golazo que estará entre los mejores de la fecha, le daban la tranquilidad a los Piratas. Pero cuando moría la primera etapa, el paraguayo Aquino (jugó porque Figueroa no se recuperó de un golpe) descontó de cabeza.

Ese gol fue tan importante como los dos del local. Porque, además de que a los de Torrente les cuesta convertir, le dio vida los rosarinos y les hizo entender a los Celestes que la historia no estaba terminada. En dos minutos, Newell´s pegó por duplicado para pasar arriba en el resultado. Tito Noir completó con esos gritos una gran actuación en la que combinó juego, sacrificio y ganas. Fue un cachetazo del que no se iba a poder levantar el equipo de Ricardo Zielinski. Ni siquiera con el tiro libre de Maldonado que hizo que Sebastián Peratta le agradeciera con un beso al travesaño por evitar el tanto.

Fue una victoria que le permitió a Newell’s sumar de a tres unidades por primera vez en el torneo y ganar confianza de cara a lo que viene. Por el contrario, Belgrano recibió un duro golpe tras un comienzo que lo invitaba a seguir invicto y lo dejó vacío, publica Olé.