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Trump extiende su ofensiva contra supuestos barcos narcos también al Pacífico

Gabriel Michi

El sello imperial de Donald Trump se extiende cada vez más. A su protagonismo internacional en las negociaciones de paz en distintos escenarios (Israel/Hamás, Rusia/Ucrania, India/Pakistán, entre muchos otros) se suma su intento por mostrarse como una suerte gendarme del Mundo no sólo desde la diplomacia sino también desde lo militar. Y así cómo durante varias semanas estuvo atacando supuestas embarcaciones narcos en el Caribe (y, de paso, desafiar a gobiernos como en de Venezuela con Nicolás Maduro a la cabeza o la Colombia de Gustavo Petro), ahora extendió su ofensiva al Océano Pacífico. En las últimas horas las Fuerzas Armadas de EE.UU. llevaron a cabo ataques letales contra dos barcos en el Pacífico oriental, matando a todas las personas a bordo de cada embarcación. Así lo informó el secretario de Defensa, Pete Hegseth.

Estos últimos dos hundimientos en el Pacífico —el octavo y noveno conocidos por parte de EE.UU. contra presuntos narcotraficantes desde principios de septiembre— extendieron esa campaña que ya se cobró la vida de al menos 37 personas en los 9 ataques mencionados. Y, según todos los especialistas, es una muestra de una profundización de la campaña militar estadounidense en los mares, ya que los siete ataques anteriores se dirigieron contra barcos en el mar Caribe y éstos últimos en el Pacífico.

Un desafiante Hegseth declaró: “Los narcoterroristas que pretenden traer veneno a nuestras costas no encontrarán refugio en ningún lugar de nuestro hemisferio” y afirmó que el barco atacado en el Pacífico estaba “operado por una Organización Terrorista Designada y realizaba narcotráfico en el Pacífico oriental” y que “nuestra inteligencia sabía que estaba involucrado en el contrabando ilícito de narcóticos”. Más tarde confirmó un segundo ataque letal: “Hoy, bajo la dirección del presidente Trump, el Departamento de Guerra llevó a cabo otro ataque cinético letal contra un buque operado por una Organización Terrorista Designada (DTO)”. El secretario de Defensa contó que ningún miembro de las fuerzas estadounidenses resultó herido en los dos ataques en el Pacífico y comparó a los traficantes con grupos islamistas considerados terroristas: “Así como Al Qaeda libró una guerra contra nuestra patria, estos cárteles libran una guerra contra nuestra frontera y nuestra gente. No habrá refugio ni perdón, solo justicia".

Para llevar adelante estas acciones en mares que no están bajo su jurisdicción, el Gobierno de Trump intentó justificar los ataques letales como parte de un combate contra cárteles y presuntos narcotraficantes que producen daños y muertes en su territorio. Y, según el propio gobierno, realizó consultas legales previamente que habrían señalado que se podrían llevar adelante ya que se debe tratar a los narcotraficantes como combatientes enemigos que pueden ser ejecutados sumariamente sin ningún tipo de revisión judicial. Sin embargo las dudas sobre la legalidad de esas acciones es cuestionada internacionalmente.

La semana pasada EE.UU. atacó al menos otras dos embarcaciones la semana pasada en el Caribe. Pero en uno de los bombardeos hubo sobrevivientes que fueron detenidos por la Armada estadounidense. Las autoridades estadounidenses los repatriaron a Ecuador y Colombia, sus países de origen. Estos hundimientos han generado fuertes tensiones y disputas entre, por un lado, Estados Unidos, y, por el otro, Venezuela y Colombia.

Si bien los ataques en el Caribe han matado al menos a 32 personas, la administración Trump no proporcionó demasiados detalles, como cuántas presuntas drogas transportaban los barcos atacados o qué evidencia específica tenía para sugerir que transportaban drogas. Ahora se suma lo ocurrido en el Pacífico donde también hay muy poca información. Mientras todo eso ocurre hay fuerte aumento de la presencia de tropas estadounidenses en el Caribe, que incluye destructores con misiles guiados, aviones de combate F-35, un submarino nuclear y alrededor de 6.500 soldados.

El presidente colombiano Gustavo Petro señaló: "El ataque a otro barco en el Pacífico, no sabemos si es ecuatoriano o colombiano, dejó muertos". Y agregó: "Es un asesinato. Ya sea en el Caribe o en el Pacífico, la estrategia del gobierno estadounidense viola las normas del derecho internacional". Y lo acusó de matar a un ciudadano colombiano inocente. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia dijo que Estados Unidos debe detener los ataques.

Por su parte, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, quien ha declarado la guerra a las pandillas en su país, se alineó con Trump -con quien tiene una simpatía ya que es de ideología de derecha- y le dio su apoyo a esa embestida en los mares, asegurando que es parte de los esfuerzos antinarcóticos del republicano.

En tanto, Tump afirmó que su administración tenía la autoridad legal para llevarlo a cabo y que creía que cada ataque salvaba vidas estadounidenses. "Sí, tenemos autoridad legal. Cada uno de esos barcos que es destruido está salvando 25.000 vidas estadounidenses”.

A la vez que reiteró sus planes de atacar objetivos sobre el terreno en Venezuela, lo que constituiría una escalada y un conflicto de escalas inconmensurables. El inquilino de la Casa Blanca aseguró que, de tomar esta medida, su administración probablemente informaría al Congreso estadounidense: "Probablemente volveremos al Congreso y explicaremos exactamente qué haremos cuando lleguemos al país. No tenemos por qué hacerlo, pero creo... me gustaría hacerlo. Es un problema de seguridad nacional. Mataron a 300.000 personas el año pasado. Las drogas, estas drogas que entran, mataron a 300.000 estadounidenses el año pasado, y eso te da autoridad legal”". En esa embestida contra el gobierno de Maduro, Trump reconoció que había autorizado a la CIA a realizar acciones encubiertas en Venezuela.


Donald Trump entró en un enfrentamiento directo con Gustavo Petro (Colombia) y Nicolás Maduro (Venezuela).

Pese a que el presidente estadounidense subraya que es "legal" lo que están haciendo, las voces de los expertos en Derecho Internacional lo desmienten incluso por el dato que estos ataques los está llevando adelante el Ejército y no la Guardia Costera, que es la principal agencia de aplicación de la ley marítima de Estados Unidos, y por qué no se realizan otros esfuerzos para detener los envíos antes de recurrir a ataques mortales.En agosto pasado, la Guardia Costera lanzó la "Operación Víbora" con el objetivo de interceptar drogas en el Océano Pacífico. Hasta el 15 de octubre, la Guardia Costera declaró haber incautado más de 45.000 kg de cocaína. Por eso es que también aparecen las dudas sobre la modalidad de bombardeos sin previo aviso y sin derecho a defensa ejecutada por el Ejército estadounidense en lugar de interceptar a los buques y detener a los sospechosos. Pero en el reino de Trump todo puede ocurrir. El magnate devenido en presidente no le pide permiso a nadie. Ni siquiera a las leyes. Es el gendarme del Mundo, con ansias de constituir un imperio.

 

Artículo publicado originalmente en www.mundonews.com.ar.

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