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Hacia una elección cargada derarezas

Expresar rechazo a políticas que despliega el Estado Nacional sin presentar ni una señal de posible solución o alternativa más o menos viable, habilita que todo lo negativo siga sucediendo. Esa postura insípida, sumada a la excesiva especulación, en espera de capitalizar un malestar social por todos aceptado y de límite desconocido, permitió a los seguidores del presidente Milei reacomodarse y sostener expectativas en relación a la elección del próximo domingo.

En Entre Ríos hubo una fuerte toma de postura del gobernador Rogelio Frigerio. Se colocó en un lugar en apariencia incómodo, criticado por sus detractores e incomprendido por aliados, pero abrió, al menos hasta ahora, un canal que le acercó soluciones de gestión y aún mayores posibilidades en lo mediato. Falta todavía para un análisis más profundo para conocer si logró la “confianza” del triángulo de hierro. Está claro que la visita de campaña del presidente Javier Milei a Entre Ríos, acompañado por su hermana, Karina (secretaria General de la Presidencia), le permitió al Libertario distribuir imágenes que no logró en otros distritos. Acá pudo mezclarse con sus adherentes y tuvo un extenso diálogo con el primer mandatario entrerriano. Un clima que no encuentra en otros lugares.

A partir de allí se sucedieron encuentros con primeras figuras del gabinete nacional e integrantes de la primera línea del staff libertario estuvieron en Entre Ríos: El flamante ministro del Interior, Lisandro Catalán o el “hombre motosierra” (ministro de Desregulación y Transformación del Estado), Federico Sturzenegger, anduvieron mostrando buena sintonía en la tierra de Urquiza. Se activó la agenda y habrá que estar atentos en los próximos días, porque si bien es decisión de Entre Ríos no retirar los reclamos ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ya hubo respuestas positivas por el precio de la energía de Salto Grande y  podría aparecer un convenio para aliviar sustancialmente los números de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Entre Ríos. Elección con rarezasLa disputa, especialmente para los protagonistas, parece crucial. Para los observadores (absoluta mayoría) no es más que un comentario de poco interés. 

Nos acercamos a una elección cargada de rarezas. Sobresale el uso de la Boleta Única en Papel (BUP). Podemos anticipar que los libertarios van a festejar pase lo que pase. Sea cual fuere el resultado, sumarán bancas, muchas de ellas ocupadas por obedientes absolutos de los designios presidenciales. Sumará volumen al aplauso si los aliados circunstanciales no decaen en algunos distritos y con eso aportan un número que, sumado a lo propio, le provee volumen para evitar el rechazo de los decretos de necesidad y urgencia por parte del Congreso Nacional.  Vale reiterar que muchas veces se trata de obstruir, no de construir.

Lamentablemente no se conformó una oposición renovada y, entonces, la crisis de representación se profundizó. Los que dejaron la administración nacional y provincial en diciembre de 2023 no relevaron yerros, ni asumieron responsabilidades. Así, con omisiones de importancia, habilitaron la consolidación y supervivencia de La Libertad Avanza (LLA). Que haya confusión entre los adversarios, en general favorece a quien detenta el poder. 

La crisis identitaria, reflejada en la incapacidad para sostener posturas históricas o sumar desafíos por parte de expresiones que alguna vez fueron mayoría, como el Peronismo y el Radicalismo, oxigenan una y otra vez al oficialismo nacional. No se encuentran ni los símbolos dentro de la propaganda electoral contraria a los libertarios. Todo es demasiado parecido, por lo que luce confuso. Habrá que analizar, con los números en la mano, por qué se arrojaron sin red a un mecanismo de captación de interés del que eran absolutamente ajenos, abandonando prácticas que constituían su misma esencia. Podría inscribirse en un mal de estos tiempos: el temor al rechazo. Optaron por despojarse, sin más explicaciones, de todo aquello que los caracterizaba, aunque sin el tan esperado trasvasamiento generacional o la renovación para el cambio.  El tiempo, impiadoso siempre, pondrá las cosas en su lugar y los renglones en orden.

Quizá había demasiado que perder y se optó por sumergirse entre los grises, apostando al olvido de actuaciones aún frescas.  Un abuso extremo, tal vez, de respuestas que entrega sin demasiado rigor la inteligencia artificial. Puede salir bien o mal para cada uno de los actores que intervienen en Entre Ríos, donde hay que elegir diputados y senadores nacionales. Cualquiera sea el resultado será más parecido a una sucesión de hechos desafortunados que a una estrategia. Todo pasa tan rápido que en general la ausencia más grande la acapara la falta de explicación. Una invitación a tomar distancia en el marco del desconcierto. Ojalá el próximo domingo haya una afluencia masiva de votantes que genere un compromiso real entre los electores y sus representantes. Si se sigue rompiendo el vínculo entre la dirigencia y los votantes, el sistema podría ir a extremos desconocidos hasta ahora. 

Resumen en exceso

Nada de lo dicho está exento de riesgos. Pero el riesgo mayor es no expresarse. No comentarlo. Todo se resume demasiado. Es tan exigua la expresión sobre cuestiones complicadas y profundas que se hace prácticamente imposible alejarse de los nervios, aunque sea por un rato. Parece que todos los esfuerzos están dirigidos a encontrar una consigna que indique qué es lo que se debe rechazar, sin esbozar por qué o para qué. De un lado la invitación a no volver hacia atrás, no sea que vuelvan los kukas (una categoría política deleznable en la dicción libertaria). Del otro se ruega apoyo para ponerle freno al gobierno libertario y sus aliados, que nos está llevando hacia dolores desconocidos. Resumen en exceso. Quizá esta sea una estrategia para no dar explicaciones y en el fondo, una manera sostenida, compartida, de tomar en sorna a los sufrientes integrantes de la ciudadanía. 

La política, que necesita de lo mejor de ella para salir adelante, habla mal de la política. Una paradoja para desarrollar en varios tomos. Tan desorientados están los líderes locales que terminan siendo extranjeros los que encabezan las discusiones en torno al futuro local. 

El presidente de los Estados Unidos se convierte prácticamente en jefe de campaña de y llega a expresar que la Argentina se está muriendo. Del otro lado, sin cambiar demasiado y esperando un baño de olvido que se convierta en posibilidad de redención, se especula con alcanzar el triunfo capitalizando el accidente. Pobre. La calma no llega. 

Las principales variables de la economía siguen dando que hablar sin entender la enjundia tuitera de los poderosos del norte. Mientras tanto, más allá de los índices, la víscera más sensible, el bolsillo, sigue con dolores extremos sin horizontes de aspirina. Los precios usan el ascensor (algunos dicen que ahora los cohetes de Elon Musk) y los salarios no logran ni siquiera hacer pie en algún escalón.

 En medio de todo eso, los entrerrianos transitamos los días previos a una elección sin demasiadas certezas, tratando de mantener la calma, en medio de turbulencias que no generamos.  Con un poco de vergüenza, porque se abre después de mucho el diálogo en algunos espacios institucionales y es producto del pedido, de actores extranjeros.

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