
Beatriz Arbasetti
El Presidente perdió el encanto de la seducción. Su falta de sensibilidad y empatía nos superan.
Un gobierno que no escucha a la ciudadanía provocó esta semana una indignada reacción de padres y profesionales de la discapacidad.
El reclamo ante la ANDIS era más que justo pero no obtuvo respuesta.
El Ministro de Salud persiste en su invisibilidad y el Presidente de la ANDIS se negó a recibir un petitorio, poniendo en duda la alternativa de una solución.
El Presidente manifiesta su autoritarismo cuando apela a los nefastos DNU y desconoce los mandatos legislativos. En un mismo acto violenta el principio constitucional y republicano de la división de Poderes.
Obnubilado por una respuesta electoral, se ha desentendido de la angustiosa situación en Salud, Universidades y particularmente en Discapacidad. No olvidamos tampoco que no existe proyecto alguno en Educación.
Un Presidente que cultivase el Humanismo debiera atender, en primer lugar, las dificultades que atraviesan los ciudadanos, en vez de reiterar sus visitas al Presidente Trump.
(*) Profesora en Letras, Lenguas, literatura y lingüística clásicas. Responsable de la Asociación Paranaense de Síndrome de Down.