J.A.

De ANÁLISIS

Una ráfaga de disparos alertó a los vecinos del barrio Puerto Viejo de Paraná, en plena tarde de este sábado, en un capítulo más de la violencia que utilizan diferentes bandas de la ciudad para resolver algún problema o simplemente enviar un mensaje.

Alrededor de las 16, a menos de 2 kilómetros de donde se trabajaba para lo que iba a ser la histórica y multitudinaria jornada de la Fiesta del Mate en la costanera y el Parque Urquiza, una persona en una moto llegó y frenó frente a una vivienda, en calle Anacleto Medina y Estrada. Sacó una pistola calibre 9 milímetros y comenzó a disparar contra la pared del frente.

Alguien llamó al 911 y un móvil que se encontraba cerca llegó en seguida, los policías vieron al motociclista sospechoso, intentaron detenerlo, pero se fugó. Comenzó una persecución por avenida Estrada, que llegó hasta Bajada Grande donde finalmente el joven de la moto logró perderse de vista. Pero en el trayecto de la fuga perdió un cargador lleno de balas calibre 9 milímetros, que fue secuestrado.

En el lugar de la balacera trabajó personal de la Policía Científica, que levantó vainas servidas para peritar en el laboratorio balístico y establecer eventuales relaciones con indicios de otros tiroteos ocurridos en la ciudad.

Una versión señalaba que el tirador le apuntó a la casa de los Mota, viejos conocidos vendedores de droga del barrio. Desde la Policía se informó que el objetivo fue una casa en construcción deshabitada.

Otras fuentes de Puerto Viejo que, por la cercanía, conocen cada movimiento de estas bandas, describen que se viene arrastrando un conflicto entre los soldados de uno de los principales narcos del barrio, “Manta” Franco, con una jefa narco que reside en el barrio La Palangana (lindante a la Escuela Hogar), “Vero” Aguilar. Creen que el autor de la balacera de este sábado era un hijo de esta mujer, que les dijo, de esa forma, “vengo a su barrio y hago lo que quiero”.

La Fiscalía reunió evidencias, pero faltan otros informes, como de cámaras de seguridad, para esclarecer el episodio de este sábado.

La venta de drogas en Puerto Viejo se sigue expandiendo sin parar en los últimos años; incluso décadas. Hay nombres que se repiten constantemente, de personas que hoy superan los 40 o 50 años, y continúan en el negocio.

El mencionado “Manta” Franco tuvo una causa judicial por venta de drogas. También sus soldaditos que han sido detenidos vendiendo bochitas de cocaína en la zona del polideportivo del barrio. Pero el líder sigue expandiendo su poder y sus inversiones. Las causas por narcomenudeo en la Justicia provincial quedan cortas para este tipo de organizaciones delictivas.

Vecinos que padecen la situación de violencia a diario, con chicos en las esquinas todo el día y toda la noche, lamentan que hoy los soldaditos son los hijos de quienes eran soldaditos hace 10 o 15 años. Graciela, Pablo, Goma, Facundo, Eloi, son los nuevos nombres que aparecen como soldaditos o revendedores al menudeo del momento. 

La balacera de este sábado alertó, pero ya no sorprendió a nadie.

Foto: Gentileza Ahora.com.ar