Morales desaparecido el martes 30 de agosto junto a su bicicleta roja, y la irresolución del caso colma de impaciencia a los pobladores de San Jaime de la Frontera, que esperan una respuesta o al menos una pista sobre el paradero del quinielero.
Walter dijo que no le han informado sobre novedades en la causa que trata de determinar el paradero de su padre.
Los diferentes operativos de búsqueda en la zona y localidades aledañas continúan, con alrededor de 200 policías, contando el personal de San Jaime, de la Departamental de Federación, de Buzos Tácticos, los perros adiestrados. Rastrillajes en campos espesos, banquinas de rutas, tajamares y arroyos han sido revisados, pero sin éxito.
Según publicó Uno, el operativo de requisas domiciliarias en la localidad del noreste entrerriano, pasando casa por casa de las 1.300 viviendas, ya finalizó, aunque ahora continuará por aquellas que tenían las cloacas tapadas y no se pudieron revisar con precisión.
Hoy se cumplen 13 días de aquella noche del 30 de agosto, y sólo un vecino dio su testimonio: Pinino Báez, quien afirmó que a eso de las 22, Pocho pasó por su casa y le pidió que avisara a su familia que iba a llegar tarde, que se iba para el lado de La Colorada, un campo lindero al pueblo. Sospechas e intrigas de por medio, no hubo otro vecino que aportara dato alguno, “porque la gente tiene miedo”, según se afirmó.