Caputo, que fue canciller del gobierno de Raúl Alfonsín, había criticado una alianza del socialismo con la Unión Cívica Radical (UCR) en Buenos Aires, lo que llevó a Barletta a tildarlo de “conchudo”, a través de las redes sociales. Primero, el entorno de Barletta intentó desvincularlo del hecho y dijeron que le habían hackeado la cuenta; después se desdijeron y el propio dirigente apeló a una explicación semántica del término.
Pero los rodeos y argumentos no convencieron a Caputo, que bajó su candidatura y decidió no integrarse al Frente Amplio Progresista (FAP); ni a Binner, que lo criticó. “Me da mucha pena que el presidente de la UCR diga eso”, disparó en declaraciones a TN. Y opinó que el acuerdo al que arribó el radicalismo y el FAP en la provincia de Buenos Aires “no es reconocido por muchísimos dirigentes del progresismo”.
Por su parte, Barletta redobló la apuesta y, en diálogo con Radio Dos, sostuvo que las negociaciones con las demás fuerzas políticas “avanzan muy bien”. Además, rescató que lo más importante es “constituir un frente que permita frenar al kirchnerismo”.