El insólito incidente se registró alrededor de las 10.45, cuando un carro tirado por un caballo espantado, comenzó una loca carrera desde la zona de la vías del Ferrocarril, por calle Leguizamón en dirección al sur. Ante la atónita mirada de los transeúntes y las desesperadas maniobras de numerosos conductores que circulaban por esa arteria en sentido opuesto, en la dirección sur a norte, el carro siguió su camino pasando las trasversales donde muchos lograran frenar para evitar impactarlo.
Así pasó las calles de nutrido tránsito como Mitre, Posadas, 8 de Junio, la Peatonal Rocamora, Galarza y la propia 9 de Julio, donde su alocada carrera terminó contra el lateral de la patrulla 367 del Comando Radioeléctrico, al que impactó de lleno y tiró contra la acera. A raíz del fortísimo impacto, el suboficial que conducía el móvil sufrió golpes en su cabeza y hombro izquierdo, siendo asistido en el lugar por personal de Emergencias Alerta, que procedió al traslado a un centro de asistencia, en tanto que su acompañante sólo recibió golpes menores.
Gran cantidad de gente se fue acercando al lugar del choque, comentando lo que habían visto cuadras antes. Hubo quienes, sin saber lo que había pasado, sólo pensaban en el caballo y pensaban que el patrullero era el que iba a considerable velocidad, pero lo cierto fue que el efectivo que iba al volante, no pudo atinar a nada, ya que fue sorprendido por la velocidad del carro del lado que jamás hubiera supuesto que vendría. Mientras los policías realizaban las diligencias en el lugar del hecho, un veterinario se acercó para aplicar un calmante al animal que, además de estar visiblemente nervioso, presentaba heridas cortantes por el impacto, pero quien no aportó por el lugar fue el responsable del carro. Y no era para menos, en la loca carrera de casi 10 cuadras, dejó no menos de cuatro vehículos con importantes daños y milagrosamente sólo dos lesionados que finalmente no fueron de gravedad.
Ordenanza
Lo sucedido no hizo más que causar la reacción de la gente que comenzó a reclamar que se haga efectiva la ordenanza existente que prohíbe la circulación de vehículos de tracción a sangre en las calles céntricas. Este caso no es el primero de estas características, ya que hace unos tres años otro carro protagonizó un incidente similar, cuando quienes lo conducían, dos menores de 14 años, perdieron el control. En esa oportunidad, la suerte también estuvo presente y no hubo una tragedia.
Concepción del Uruguay, tuvo un crecimiento importante en la zona céntrica y desde hace un tiempo a esta parte se fueron implementando medidas para agilizar la circulación, mejorar los estacionamientos y brindar un tránsito más seguro, pero pese a que la ordenanza está vigente, el tránsito de este tipo de rodados no se controla y es permanente la circulación en cualquier horario, incluyendo los pico, cuando las calles están muy complicadas.
Fuente y foto: Uno