Al Xeneize, si bien el empate por sí solo podía no caerle tan mal, lo dejó en evidencia el pobre nivel exhibido por su rival en todas las líneas y su escasa ambición para doblegarlo, puesto que con una pizca de decisión le hubiese bastado para llevarse los tres puntos de su debut.
Las tímidas subidas de Franco Sosa (reemplazó a Clemente Rodríguez, quien se sobrecargó el aductor en el calentamiento), las pocas intervenciones de Juan Román Riquelme y Diego Rivero y las de Santiago Silva, el esperado refuerzo que aportó las únicas llegadas claras pero careció de juego, fueron los insuficientes esbozos Xeneizes para romper el cero.
El conjunto local de Oscar Gil hizo algunos intentos con pelotazos, aunque en la mayoría cayó con ingenuidad en el offside. En el último tramo del período inicial, Riquelme habilitó a Silva en la primera chance clara pero el Pelado sacó un tiro débil que controló Álvaro Forero.
Además en el epílogo del complemento el uruguayo tuvo la mejor con un cabezazo que estrelló en el travesaño. En el medio, Gabriel Torres coló un tiro libre apenas alto para ilusionar a los locales. Y no pudo contarse nada más.
Boca volverá de su incursión caribeña con el punto que fue a buscar y con su largo invicto a salvo, aunque lo haya conseguido echando por tierra la imagen que supo forjar en su rica historia.