El Atlético Echagüe Club, uno de los mentores de la Liga Nacional de básquet, descendió anoche de categoría al caer por 88-79 ante Náutico Hacoaj y ganar Mitre de Tucumán frente a Ferro. Luego de permanecer más de dos décadas en la segunda divisional baja a la Liga Nacional B.
Echagüe, luego de 21 años de participación ininterrumpida, dejó de formar parte de las categorías más importantes de la Liga Nacional. El equipo paranaense descendió anoche en Buenos Aires, luego de perder ante Náutico Hacoaj y de que Mitre de Tucumán superara a Ferro como local.
El elenco de calle 25 de mayo, referente del básquet de la ciudad y la provincia, que jugó ocho temporadas en la Liga Nacional A y 13 en la segunda categoría, dejó de pertenecer al Torneo Nacional de Ascenso y en la próxima temporada deberá jugar la Liga Nacional B.
Fue fundador de la Liga, llenó estadios en la década del 80 y parte del 90, tuvo jugadores de jerarquía en sus equipos, se convirtió, con el tiempo, en una de las banderas del básquet entrerriano. Anoche, ese club de básquet, el más importante de la ciudad, vivió su noche más amarga. Es que Echagüe fue a la Bombonerita a buscar su permanencia en el TNA y recibió el último golpe de su campaña.
El equipo de Columba arrancó mal el partido, pero de a poco, con los goles de Fernández, se fue poniendo en juego, tal es así que ya en el segundo cuarto logró pasar al frente para terminar la etapa arriba, por 37 a 36.
El complemento comenzó mal para los paranaenses, es que al daño que ya le hacía al equipo la dupla Chaher-Jones, se sumaron tres triples de Diego Fernández (de Hacoaj) para que el local vuelva a tomar la manija del partido e incluso logre una ventaja de 10 puntos al finalizar al tercer cuarto (64 a 54).
En el último parcial, el elenco de Columba salió a achicar la diferencia y con los puntos de Delset logró su cometido. Echagüe se colocó a dos (72-70) cuando al juego le restaban poco más de tres minutos. Ahí, en el momento más caliente, el equipo se quedó sin respuestas ofensivas, fue mal a la línea, desperdició oportunidades y recibió la derrota más dolorosa de todas, la que trae el descenso de la mano.